Fotos: https://habanafilmfestival.com/
La cinematografía argentina, pero especialmente las películas dirigidas por mujeres y en las que ellas son protagonistas, fueron las grandes triunfadoras del recién concluido 39 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. Como habían vaticinado muchas quinielas, el filme argentino Alanis, de la directora Anahí Berneri, y su protagonista, Sofía Gala, repitieron el éxito obtenido en San Sebastián -donde se llevaron la Concha de Plata a la mejor dirección y actuación femenina-, y conquistaron en la Habana el Premio Coral al Mejor Largometraje de Ficción y también a la mejor actriz. Gala, que en el filme interpreta a una madre soltera que debe ejercer la prostitución para sobrevivir en un depauperado barrio de Buenos Aires y criar a su hijo, compartió el galardón con la chilena Daniela Vega por su papel en la celebrada cinta Una mujer fantástica, de Sebastián Lelio, que obtuvo además el Premio Especial del Jurado de Ficción.
Sin duda, la sorprendente y mágica Zama, de la reconocida directora Lucrecia Martel, fue una de las más destacadas y galardonadas del festival, al merecer los premios a la mejor dirección, dirección artística, sonido y el Premio de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica. El filme, que acaba de ser seleccionado por la Academia de Cine española para competir en la categoría de Mejor Película Iberoamericana en la próxima edición de los Premios Goya, se basa en el relato del escritor Antonio Di Benedetto y cuenta la historia de Diego de Zama, un funcionario del imperio colonial español instalado en la Asunción del Paraguay de fines del siglo XVIII que espera sin suerte su transferencia a un destino menos inhóspito. Zama, que ha recibido buenas críticas en los festivales donde se ha presentado, traza una pintura de época de altos vuelos, con escenas surrealistas y oníricas que por momentos convierten la película en un espacio impreciso e incómodo, como la existencia del protagonista (el actor Daniel Giménez Cacho), en una película que consolida a la directora de «La ciénaga» y «La niña santa» como una de las grandes autoras del cine contemporáneo.
En la categoría de Opera Prima, el principal premio se lo llevó también una película argentina, La novia del desierto, de Valeria Pivaro y María Cecilia Atán. Se trata de una película sencilla, amable y emotiva en la que una empleada doméstica de edad mediana ve su vida tambalearse al perder el trabajo que durante años ha marcado su rutina diaria. En busca de una nueva colocación, emprende un viaje a través del desierto que le mostrará cómo lo que parecía ser el final de su camino es apenas el comienzo, hablándonos sobre la redención y la posibilidad de encontrar el amor cuando parece que no hay esperanzas.
Otra mujer más, la colombiana Laura Mora, se llevó el Premio Especial del jurado en esta misma categoría de Ópera Prima por Matar a Jesús, una descarnada cinta de corte autobiográfico que surge de la experiencia personal vivida por la realizadora, quien con 22 años fue testigo del asesinato de su padre en la ciudad de Medellín, donde todavía reside y se desarrolla el filme. La película obtuvo el Premio de la Juventud en el pasado Festival de San Sebastián.
Las películas cubanas no corrieron con excesiva suerte en la sección oficial del 39 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
Pese a su buena factura, ‘Los buenos demonios’, de Gerardo Chijona, se fue en blanco, mientras que Sergio&Serguei, de Ernesto Daranas, una de las más aplaudidas en las salas de cine, se llevó únicamente el Premio del Público. El premio de Guión correspondió a Pablo Giorgelli y María Laura Gargarella, por Invisible (Argentina); el de Edición a la realizadora mexicana María Novaro, por Tesoros, mientras que el Premio de Actuación Masculina lo ganó el dominicano Jean Jean, por su desempeño en la película carcelaria Carpinteros.
En la Gala de Clausura el director del Festival, Ivan Giroud, dijo que de los 34 premios entregados el pasado sábado, 25 fueron a manos de mujeres y anunció que el próximo año el certamen estará dedicado al cineasta cubano Tomás Gutiérrez Alea (1928-1996), uno de los más grandes de la historia del cine cubano, autor de obras memorables como Memorias del subdesarrollo o Fresa y chocolate. El certamen concluyo con la esperada presentación del documental del cantante y compositor puertorriqueño René Pérez, ex integrante de Calle 13, que en esencia es un viaje en búsqueda de sus raíces.