#BitácoraDeCuba: Enrique Iglesias, Silvia Pérez Cruz y los 200 años de Floridita

#BitácoraDeCuba: Enrique Iglesias,     Silvia Pérez Cruz y los 200 años de Floridita

La Habana con luna llena tiene una magia especial. Se concentran las energías, la gente  le canta al cielo, la noche se pone azul en el Malecón. La Habana atrae y cautiva siempre, pero ahora más. Si no que se lo digan a la cantante catalana Silvia Pérez Cruz, que este 12 de enero, con una voz blanca y redonda como la luna que brillaba fuera ofreció un concierto de embrujo en el Museo Nacional de Bellas Artes. Allí se escucharon como un regalo los versos del venezolano Simón Díaz, “la luna me está mirando/ yo no sé lo que me ve/ yo tengo la ropa limpia/ ayer tarde la lavé”. La canción, con la que a la artista le gusta comenzar sus conciertos porque le inspiran y le dan suerte, fue sólo el comienzo de una noche tremenda en la que, únicamente con su voz y su guitarra, rindió a los cubanos y extranjeros que tuvieron la suerte de verla de camino a Santa Clara.

Silvia Pérez Cruz
Silvia Pérez Cruz

Silvia Pérez Cruz tiene una larga relación con Cuba pese a su juventud, 33 años que son una bendición, y para demostrarlo ahí está el disco de filin cubano que grabó junto al contrabajista Javier Colina hace cinco años, ´En la imaginación´, un homenaje a la música y a la persona de Marta Valdés. Un álbum que es una joya y que todos los viajeros que visiten Cuba deberían escuchar pues su sentimiento y sus letras son esencia y raíz, melodías cubanas para no olvidar como las de Si te contara, que dice aquello de Si te contara/mi sufrimiento/si tú supieras/la pena tan grande/que llevo muy dentro”.

 Silvia cantó en Francés (Hymne à l’amour, de Edith Piaff ), en Inglés (una de las canciones que hizo para la película Cerca de tu casa, sobre los desahucios), en Catalán, Español (la mayoría de los temas, y entre ellos el increíble Pequeño vals vienés, con letra de García Lorca y música de Leonard Cohen)  y Portugués (la brasileña Dansa da solidão), y repetirá el concierto en el Teatro Caridad de Santa Clara, en el marco del Festival Longina. El festival, dedicado a la trova y a los trovadores, es una de las perlas ocultas que guarda esta ciudad central de la isla, y si uno está a tiempo (el festival reúne a lo mejor de la trova cubana hasta el 15 de enero) es recomendable darse una vuelta.

Vueltas dieron bastantes y también bajo la luna llena habanera los bailarines y extras que participaron el 11 y 12 de enero en la filmación del último videoclip de Enrique Iglesias en la capital cubana. Muy lejos de la poesía de Silvia Pérez Cruz pero en olor a multitudes, Iglesias cantó junto al artista cubano Descemer Bueno y el dúo puertorriqueño Zion y Lenox en los alrededores de la terminal de trenes de la capital y en diversos escenarios de la Habana Vieja, donde el revuelo fue grande.

Iglesias, que se ha hospedado con todo su equipo en el Meliá Cohiba, tratará de repetir el éxito cubano de Bailando, grabado hace un par de años con Bueno y el grupo de reguetoneros Gente de Zona. Para ello ha elegido al mismo realizador de aquel famoso videoclip, el cubano  Alejandro Pérez, quien tras el pelotazo de entonces ha trabajado con Marc Anthony, Maná y Paulina Rubio, además de colaborar con Iglesias en varios vídeos, entre ellos Duele el corazón, junto a Wisin, y Let me be your lover, con el cubano-estadounidense Pitbull. 

Enrique Iglesias
Enrique Iglesias junto al equipo del Meliá Cohiba

Pero nada como la luna llena de Silvia y su voz en Bellas Artes, desde donde, a tiro de piedra, está Floridita, y allí algunos de los asistentes al concierto se fueron a celebrar. No es cualquier cosa un daiquiri en Floridita, y más ahora que el establecimiento cumple 200 años, pero de eso hablaremos en el próximo post. Solo recordar un pasaje de la novela póstuma de Hemingway Islas en el Golfo, en el que su protagonista, el pintor Thomas Hudson, está sentado en la barra de caoba pensando en sus cosas: “La bebida no podía ser mejor, ni siquiera parecida, en ninguna otra parte del mundo… Hudson estaba bebiendo otro daiquirí helado y al levantarlo, pesado y con la copa bordeada de escarcha, miró la parte clara debajo de la cima frappe y le recordó el mar». Era una noche de luna. Pues eso…

Cuba.FloriditaSign.9.12.10Web