Con dos protagonistas de excepción, el campeón mundial de coctelería clásica, Sergio Serrano, y el coronado Rey de Reyes del daiquirí, Adrián Ravelo, el nuevo bar Adán y Eva ha comenzado a hacer historia.
El establecimiento, creado por Meliá en el lobby del hotel Tryp Habana Libre» como un nuevo templo de la coctelería cubana, acogió el 25 de octubre a un selecto grupo de artistas, actores, músicos, arquitectos, hombres de negocios y diplomáticos en el encuentro “la magia del daiquirí”, en el que por primera vez se presentó en sociedad el «Daiquirí del Bosque», creado por Ravelo con los ingredientes clásicos del cóctel más sirope de frutos del bosque y tamarindo chino.
El combinado, toda una explosión de sabor y sensaciones, causó impresión en una noche en la que Serrano y Ravelo actuaron como maestros de ceremonias. Lo bebieron el embajador de España, Juan José Buitrago, y figuras de la cultura cubana como las actrices Laura de la Uz y Mirta Ibarra, el Premio Nacional de Literatura Reinaldo González, el artista plástico René Francisco, maestro del arte conceptual en la isla, o el pianista Ernan López Nussa y arquitectos como Antonio Choy y María Elena Martín.
Entre los asistentes hubo también destacadas figuras españolas de las artes, como el actor y director teatral José Luís Gómez, director de La Abadía, el guitarrista flamenco Miguel Ángel Cortes, el pintor Juan Manuel Seisdedos o el arquitecto José Ramón Moreno, responsable de la edición de una serie de prestigiosas guías arquitectónicas de La Habana, Trinidad, Santiago de Cuba, Camagüey y Las Villas.
Todos ellos participaban en las jornadas culturales hispanocubanas HuelvaCultura, que estos días han revolucionado La Habana con un sinfín de actividades de primer nivel, entre ellas la lectura dramatizada del testamento de Don Quijote, de Miguel de Cervantes, a cargo de Gómez, o el concierto de la cantante flamenca Rocío Márquez en el teatro del Museo de Bellas Artes.
La velada en el Adán y Eva dio para mucho. Con la mejor música cubana de siempre de fondo, ante los presentes Ravelo realizó una de las pruebas de habilidad que tuvo que superar en el bar Floridita para ser coronado como Rey de Reyes del daiquirí. Una mano inocente saco de una copa una papeleta en la que estaban escritos los nombres de varios cócteles cubanos que tenía que realizar en un tiempo máximo de siete minutos. La tarea fue realizar 4 daiquirís clásicos, 3 Mary Pickfords y 2 Habana Libres, cóctel creado en los años sesenta en homenaje a un hotel que es toda una institución en la capital cubana, inaugurado por Conrad Hilton en 1958 y tomado poco después como primer puesto de mando de la revolución, en los primeros días de enero de 1959.
Sergio Serrano contó anécdotas de este trago y de las innovaciones con que se sirve hoy en el Adán y Eva, y también se escuchó en el bar la historia fabulosa del daiquirí, nacido allá por el año 1898 en las minas de Daiquirí, en Santiago de Cuba: aquel trago refrescante originalmente pensado para aliviar el intenso calor del oriente cubano llegó a la barra del legendario barman Constante, quien tuvo la idea de frapearlo tras la aparición en escena de la batidora, agregándole unas gotas de marrasquino.
También se habló de la historia del Mary PickFord que le tocó hacer a Adrián, un homenaje a la popular actriz norteamericana, que visitó Cuba en varias ocasiones y que, como Hemingway, gustaba de avecindarse con el pecado acodada en las barras cubanas… A ella le gustaba el jugo de piña, el ron y la granadina, y esos son los ingredientes del Mary PicKord, agitados en la coctelera.
Cuando Adrián terminó de hacer los cócteles, el tiempo fue de… ¡5 minutos¡ Durante la noche se atendieron solicitudes de lo más variopinto, como la de la escritora Wendy Guerra, que pidió a Ravelo que le prepararan un daiquiri con vino tinto… ¡Y estaba aceptablemente bueno¡ La noche concluyó, como no, con Sergio Serrano preparando para todos Adan y Evas. A él se debe el nombre del nuevo bar, pues con el coctel llamado así ganó en Sevilla en 2003 el campeonato mundial de coctelería clásica de la prestigiosa Asociación Internacional de Bartenders (IBA). Sergio es el único cubano en la historia que ha ganado hasta este momento ese premio. Todo un lujo.
El barman mezcló los ingredientes del aperitivo: unas gotas de Campari, 2 centilitros de licor de manzana, otros dos de vermut blanco y 4,5 de ron Havana Club 7 años. Lo revolvió 15 segundos con cadencia, maestría y una cucharilla de espiral. A esa hora, mientras Sergio explicaba las razones de su invención, algunos pintores, escritores, músicos, diplomáticos y empresarios ya flotaban por los aires.