Este 19 de marzo, el emblemático complejo hotelero Tryp Habana Libre, uno de los más grandes de Cuba y situado en una de las esquinas más concurridas de La Habana, cumple 55 años de fundado. El mismo constituye una joya desde el punto de vista urbano dentro de esta moderna ciudad.
Construcción de referencia y estilo de los años 50, esta torre de 27 pisos de losa con sus más de 600 habitaciones, tiene un impacto asombro en su contexto inmediato. Ubicado a más de 200 metros por encima del nivel del mar se distingue por su ubicación. Dispone de inmensas habitaciones, donde las que se encuentran en los pisos superiores brindan hermosas vistas de toda la ciudad y del mar. En la última planta está situado el Salón Panorámico Sierra Maestra y el Cabaret Discoteca Turquino, dotado de un techo retráctil desde donde se abre un espléndido mirador sobre el Caribe.
El Habana Libre fue construido como Hotel Habana Hilton, bajo los auspicios personales del presidente Fulgencio Batista. Diseñado por la firma norteamericana Welton Becket &Associates en colaboración con la firma cubana Arroyo-Menéndez a finales de los años 50, esta edificación fue construida en convenio con la Caja de Retiro Gastronómico de Cuba, a un costo de 24 millones de dólares. Lamisma había firmado un convenio con la Hilton Internacional Hotels para que lo operase administrativamente y garantizase la afluencia de los turistas norteamericanos y de otros países a esa instalación.
El proceso inaugural aconteció en la tarde del miércoles 19 de marzo de 1958 y la apertura al público fue tres días después. El Hotel Habana Hilton era el hotel más alto y más grande de América Latina. El mismo contaba con uno de los centros comerciales más afamados, cerca de 630 habitaciones y tenía en su nómina alrededor de 20 mafiosos norteamericanos que manejaban principalmente los casinos de juego, los cabarets y otros centros que producían ganancias con el expendio de bebidas, drogas y sexo, algo muy natural en aquella época, dentro de todos los grandes hoteles de La Habana que, como es conocido, era un negocio controlado por Al Capone, Santos Traficante, George Raft, Meyer Lansky y otros jefes de la mafia radicados en Estados Unidos.
El 8 de enero, cuando Fidel Castro hace su entrada en La Habana, éste, y parte de la columna se alojaron en el mismo. A partir de este instante la Suite La Continental, habitación 2324, por un período de tres meses, se convirtió en el Puesto de Mando de la Revolución, desde donde se ofrecieron conferencias y entrevistas; y actualmente permanece intacto como lugar histórico. El 11 de junio de 1960, por problemas de impagos del propietario, el hotel fue intervenido y pasó a llamarse Habana Libre.
En diciembre de 2000 se hace efectiva la administración compartida con el grupo hotelero español Hoteles Tryp, perteneciente a la cadena Meliá, encargado de administrar y comercializar el mismo y que gestiona en la Isla más de 25 instalaciones. Desde esa fecha se inicia la primera y segunda fase de renovación capital, que no sólo repara el interior del inmueble, sino que amplió las habitaciones con los ventanales de cristales.
El nuevo Tryp Habana Libre abrió sus puertas en diciembre de 1997 con las obras más representativas de la plástica y la artesanía cubana, totalmente remozadas como la de Alfredo Sosabravo, situado a la entrada del Restaurante Buffet ; a las que añadió en el vestíbulo la preciosa clepsidra, obra de la conocida cubana Rita Longa.
En la actualidad, el gigante del sector se encuentra como protagonista de un proceso inversionista que se desarrollará durante cuatro años y mejorará la infraestructura, en especial, el confort de las habitaciones y diversas áreas comunes.
Esas mejoras permitirán la exploración de los mercados dentro del país en la modalidad de eventos y banquetes. El incremento de la captación de huéspedes participantes en diversas citas como el Festival del Habano; la Feria Internacional del Libro y la Fiesta del Tambor, son muestra de ello.
El gigante de la Rampa se ha mantenido fuertemente vinculado a la vida cultural capitalina, no sólo por su ubicación, sino por ser depositario de obras patrimoniales como el mural de Amelia Peláez, uno de los más grandes del país; el mural Historia de las Antillas, del pintor y ceramista René Portocarrero y en ocasión del aniversario 50 del hotel se hizo otro mural por el artista de la plástica Nelson Domínguez.
Tanto las características como la localización de la edificación, la cual a pesar del paso del tiempo se distingue por su diseño bien pensado, con vigencia y modernidad combinado con un servicio altamente especializado, hacen que el Hotel Tryp Habana Libre siga siendo, hoy como ayer, el más emblemático de la Ciudad de La Habana.