No soy supersticioso, pero me gustaría pensar que las instalaciones hoteleras de la cadena Meliá Hotels Cuba, tienen un aura especial para la materialización de récords. Aún cuando la madre Natura intente ponerle algún escollo a los protagonistas.
Si usted tiene alguna duda al respecto, baste remitirse al mediodía del sábado 15 de octubre, cuando el plusmarquista mundial y Guinness de dominio del balón, Erick Hernández, se mantuvo durante 40 minutos, dos segundos y 26 centésimas sentado en el lobby del Tryp Habana Libre, acariciando la Brazuca únicamente con su testa, para pulverizar su anterior registro de 36:14.10.
Y hago alusión a las adversidades porque Erick, con la autoconfianza como estandarte desde que divisó el mural de Amelia Peláez y traspasó el umbral del paradigmático hotel capitalino, estaba presto a conseguir su objetivo. No importó que los rayos solares le asestasen constantes estocadas a través del techo, que por ende el sudor y los efectos del calor se exacerbaran.
Apostó a todo su arsenal técnico y de concentración mental, mantuvo su ritmo de golpeo casi exacto a razón de 130 toques por minuto y en una burbuja individual derribó uno por uno los minutos, evidenciando una condición física envidiable a sus 50 años.
Al filo del mediodía, exactamente a las 12:15 p.m. el “tablado” estaba listo, la alfombra dispuesta sobre los blanquecinos mosaicos de mármol del lobby, y Erick comenzó su cruzada, con el acompañamiento fiel de Adidas e Innovaprint, sus patrocinadores de siempre, y el estreno en esa condición de Havana Club.
Cerca de una hora antes el ambiente de fútbol se respiraba en las inmediaciones del lugar de los hechos: El Lobby Bar servía de escenario de debate para los amantes del fútbol que se congregaron a degustar el partido Barcelona-Deportivo la Coruña, ganado por los blaugrana 4-0 y que marcó además el retorno en calidad de goleador del astro argentino Lionel Messi.
De vuelta a Erick, y en un ambiente totalmente futbolero, merece destaque el hecho de que su registro, superó en casi cuatro minutos su cota precedente, lograda en abril de este año en el hotel Copacabana.
El Tryp Habana Libre, tiene una ubicación privilegiada. La céntrica esquina de 23 y L en el Vedado, le permite tomarle el pulso al corazón de la ciudad, captar la atención de muchos turistas, transeúntes, público en general. De ahí que Erick haya estado respaldado por una dosis considerable de espectadores, comenzando por Jhoen Lefont, escudero de las hazañas de Erick en el agua, el campeón olímpico Julio César La Cruz, el badmintonista Osleni Guerrero…
Además de un considerable número de huéspedes del Habana Libre, entre los que se encontraban los letrados españoles José Luis Carretero y Francisco Fernández, abogados españoles invitados a un cónclave en Cuba y estrechamente vinculados en su profesión a cuestiones deportivas. De hecho, ambos escogieron al Meliá Santiago de Cuba y al Tryp Habana Libre para pasar su estancia en la Isla, con sorpresa recordista incluida y jornada de la Liga de las Estrellas.
El tiempo corría, la ansiedad comenzaba a lucir su rostro a medida que Erick se acercaba a la marca límite. Hasta que tras el último toque y sabedor de su rendimiento excelso, se tendió en el suelo sobre la alfombra, recibiendo cuidados
Con la calma, las felicitaciones y el ajetreo posterior en el lobby del Habana Libre, vuelvo a donde todo comenzó, la superstición, capacidad de respuesta. Obligatoriamente tuve que pensar en Lefont, y aquella cortina humana que solidariamente le pusimos los congregados a la piscina del Meliá Cohiba en la mañana del sábado 27 de febrero para atenuar los embates del caprichoso viento y atestiguar cómo pudo golpear 1 513 veces la esférica y quebrar sus precedentes 1503. Variables naturales, hombres que las desafían, récords, la complicidad y el apoyo de Meliá. Un combo para degustar. A propósito de Lefont, nuevamente deleitará en la alberca del Cohíba a los amantes de esta sui géneris modalidad, pues el próximo 18 de noviembre pretende incursionar por vez primera en los récords de corto aliento, cuando intente golpear el mayor número de veces el balón en un lapso de un minuto.