No hay nada como bucearle los alrededores al archipiélago cubano con sus fondos poco profundos plagados de una riqueza incomparable. Pecios en reposo, bosques submarinos, paredes, cuevas, llanuras, canales y barreras coralinas destacan dentro del patrimonio submarino de esta isla que se enorgullece de igualar bajo el mar el destellante primor de sus playas, montañas, tradiciones culturales y pueblos centenarios.
Como en pocos lugares del planeta, todos los destinos turísticos de Cuba poseen su cuota de grandeza submarina, sin embargo, se hace imposible autenticar la calidad de sus mares sin explorar “a tanque” 10 de los mejores sitios de buceo en el Caribe insular localizados a lo largo de este país.
Jardines de la Reina
Comencemos por Avalon en Jardines de la Reina, al sur de las provincias de Ciego de Ávila y Camagüey. del más singular de los hoteles en Cuba-construido sobre el mar como un navío Portador de anclaje perenne- este pequeño archipiélago sureño resguarda aproximadamente 20 especies de tiburones de arrecife que acompañados de gorgonias, corales y la mayor fauna para pesca del país atraen a buzos de todo el mundo.
Santa Lucía
También de escualos alardea Santa Lucía, ubicada justo al norte atravesando la gran llanura del Camagüey. Allí, en un lugar llamado Tiburones Toro, buzos expertos alimentan a los predadores 28 metros bajo la superficie mientras visitantes en trajes térmicos y patas de ranas fotografían el hecho con profesionalidad y asombro.
Isla dela Juventud/Cayo Largo
Hacia el Oeste en “Cueva Azul”, Isla de la Juventud, corales gigantes dan la bienvenida a los submarinistas como preámbulo al descubrimiento de otros 56 sitios de buceo que prestigian a la zona como un destino para el submarinismo. Muy cerca, en la paradisiaca isla de Cayo Largo, El Acuario, engloba 30 puntos de inmersión, señalizados por el vuelo de pelicanos y gaviotas. Allí, tortugas e iguanas asoman en la costa, dando la bienvenida a los conquistadores de las profundidades.
María La Gorda
La Pared del Yemayá, es la carta de triunfo de la vecina María la Gorda, el centro internacional de buceo de más renombre en el Occidente cubano, ubicado en la bellísima península de Guanahacabibes. Inmortalizados por historias de piratas y tesoros, sus fondos son territorios de gorgonias, corales y varias especies de tortugas. En el sitio nombrado Yemayá, apelativo con que conocían los esclavos a la virgen de Regla, la flora marina ha prendido en las paredes del arrecife como ofrendándose a la divinidad, la también patrona de los mares de Cuba.
Matanzas
Ojo Negro en Matanzas sirve de escenario para la observación de pargos y barracudas. Es el lugar preferido de los amantes del mar que pernoctan en los hoteles en Varadero, el mayor de los destinos turísticos cubanos.
Cienfuegos
Pargos, esponjas, tiburones y paredes rocosas decoradas con líquenes definen los fondos del Banco de Jagua, en la vecindad de la ciudad de Cienfuegos, la perla del Sur como ha sido tildada esta villa de orígenes franceses.
Santiago de Cuba
El Colón en Santiago de Cuba por otra parte, ofrece una inmersión en la historia. Irremediablemente vinculada los sucesos de la guerra hispano-cubano-norteamericana de finales del siglo XIX, la también llamada ciudad héroe, se hace rodear de navíos bajo el agua. En los mares de esta tierra de cafetales y son, descansan los cañones de la independencia cubana, ahora convertidos en la morada de peces que sirven de atracción de submarinistas de todas las nacionalidades.
Península de Zapata
Más próximo a La Habana, en los dominios de la Península de Zapata, El Ébano muestra la vida en el arrecife de la histórica Bahía de Cochinos. Sus 24 sitios de buceo pueden accederse desde la playa, donde en 1961, mercenarios al mando de la CIA vulneraron la tranquilidad de las iguanas.
La Habana
El décimo de los despampanantes lugares se encuentra escondido al este de la capital cubana. En un sitio llamado Boca de Caldera, una pared submarina de 12 metros, atrapa a los buzos en un reino de corales, gorgonias y esponjas.
Cada uno de estos espacios de inmersión cuenta con soportes técnicos y organizativos que garantizan “la seguridad de los buceadores, la preservación del medio marino y en consecuencia, obtener la plena satisfacción de quienes practican el buceo de forma tal que ello posibilite su consolidación como producto turístico».
Estrictas normativas de seguridad avalan que la experiencia bajo los mares cubanos sea un festival interactivo con pargos, delfines, tiburones, agujas, dorados, cangrejos, tortugas y un centenar de especies de peces tropicales y plantas acuáticas. En las profundidades, los corales y las esponjas se sirven figurativamente como el manjar de la casa, sumergida en la plataforma de una nación de más de 500 años de historia.
