Del circo recuerdo muchas cosas. Lo más importante era el hecho de que constituía una de las salidas predilectas con mi mamá siendo niño. El coliseo de la Ciudad Deportiva abarrotado, los impresionantes números que se presentaban, que si un oso equilibrista, que si un mono experto en malabares, la magia y acrobacias de rusos y chinos.
Incluso en ocasiones llegaba a casa e intentaba representar o montar mi propio número para espectadores exclusivos como mi mami y mi abuela, en la mayoría de las veces sin el resultado final deseado.
Desde entonces, lo confieso, me he declarado un adepto al circo, una manifestación de las artes con carácter eminentemente familiar, inclusivo, y capaz de extender la magia de la imaginación hasta los escenarios más insospechados, y al alcance de muchos, incluso aquellos visitantes que de antemano podrán considerarse afortunados si su estancia en el hotel Sol Río y Luna de Mares coincide con el martes primero de agosto, fecha en que el teatro de animación de dicha instalación acogerá una función de CIRCUBA 2017.
Los orígenes del circo se remontan a un legado cultural dejado por algunas de las civilizaciones antiguas, incluso antes de la aparición propia del término o manifestación. Desde el lejano oriente (China, Mongolia, India, etc.), hasta el occidente próximo (Grecia, Roma, Egipto, etc.) hace aproximadamente 3000 años atrás, algunas de las actividades que hoy relacionamos como parte del contenido circense, se desarrollaban con otro significado. Hablamos de la acrobacia, el contorsionismo o el equilibrismo, cuya utilidad estaba altamente relacionada con la preparación de guerreros, con los rituales religiosos y con las prácticas festivas
De cualquier manera fueron los romanos fueron oficialmente quiénes acuñaron el término, asociado a diversas actividades de entretenimiento o espectáculos públicos…
Con el paso de los años, el desarrollo del Circo fue tal que en la contemporaneidad se caracteriza por una mezcla de prácticas, de las cuales podemos destacar la música, el teatro, la pantomima, la acrobacia, la gimnasia, magia, etc. Se trata de un modelo artístico de circo, en el que la técnica está al servicio del arte, de la expresión.
Los espectáculos del Circuba han sido rescatados en toda su dimensión, pues en la presente edición 16 se inscribieron más de 30 números de variedades circenses en representación de 16 países. La Carpa Trompoloco devendrá cuartel general de las presentaciones, en tanto luego extenderán su alcance a todo el archipiélago durante los meses de julio, agosto y hasta el diez de septiembre.
Sol Rio de Luna y Mares, una sede peculiar
Ubicado frente al mar, dentro del perímetro del Parque Natural Bahía Naranjo, de vegetación exuberante y tropical, con bosques caribeños y zona de playa conocida por Playa Esmeralda, el Sol Río y Luna de Mares acogerá a los artistas del Circo Nacional de Cuba con gran beneplácito.
La presentación circense el martes 1ro de agosto servirá de colofón a una excelente jornada, pues actuarán Sixto y Lucía, dúo cubano multi-laureado en festivales internacionales, cuyo número consiste en materializar frente al público disímiles cambios de vestuario en un lapso no mayor a los cinco minutos. Ese plato fuerte estará aderezado con el espectáculo Fuerza Capilar, que como bien indica su nombre centra su accionar en números acrobáticos suspendidos del cabello de sus protagonistas.
Este verano, el circo y sus encantos se combinan con Meliá nuevamente a la vanguardia, tendiendo puentes entre tradición, lo novedoso, y la diversificación de las ofertas en el destino turístico Cuba. ¿Quiere mi opinión de fiel aficionado? ¡No se lo pierda!
