#CubaMasQueNunca: Cinco destinos a explorar desde #LaHabana

#CubaMasQueNunca: Cinco destinos a explorar desde #LaHabana

Ciertamente las capitales del mundo atraen la mayor atención de los viajeros. Pero muchas veces, la visita a las grandes urbes son el punto de partida para explorar nuevos destinos, vivir experiencias únicas y conocer mucho más sobre la historia y la cultura de cada país. Tu estancia en la capital cubana puede ser también el inicio de un viaje de descubrimiento por toda la Isla. Te sugerimos 5 lugares a visitar desde La Habana.

Viñales:

Si quieres visitar un paisaje único en el mundo debes viajar al extremo occidental de la isla para conocer Viñales, Parque Nacional de Cuba que representa el 6 % del área total de la provincia de Pinar del Río y que se encuentra a dos horas y media de La Habana.

Para los amantes del turismo de naturaleza, el senderismo y la aventura, es este un sitio paradisíaco. Tiene más de trescientas cuevas, entre ellas, la segunda más grande de América Latina: la Gran Caverna de Santo Tomás, con 46 km de longitud y un sistema cavernario de siete niveles. En muchas de las cuevas que se ubican en Viñales es posible encontrar rastros de comunidades aborígenes como obras de arte rupestre y yacimientos paleontológicos, en algunos casos muy bien conservados.

Valle de Viñales Foto: Marius Jovaisa

Y es que todo en Viñales resulta singular. En este sitio asoman curiosas formaciones montañosas consideradas entre las más antiguas de Cuba: los mogotes. Una formación geológica como esta solo puede encontrarse en Cuba y Vietnam.

Una gran diversidad de tipos de suelos ha generado una vegetación también peculiar. En el Jardín Botánico, puedes observar de cerca las rarezas naturales que solo encontrarás en esta región de Cuba, como la palma corcho, declarada Monumento Natural Nacional por sobrevivir desde el período jurásico hasta la actualidad. Por si fuera poco, la geografía de Viñales acoge más de 66 especies endémicas de moluscos.

Pero también en un sitio declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, es posible bailar los ritmos más contemporáneos desde el interior de una cueva. La Cueva de San Miguel, por ejemplo, ofrece recorridos a los visitantes para aprender sobre la vida de los esclavos que lograban escapar de sus amos en la época colonial, servicio de restaurante y en la noche se convierte en una discoteca donde no faltan cocteles clásicos cubanos.

Puedes visitar también el Mural de la Prehistoria, uno de los mayores frescos a cielo abierto del planeta, adentrarte en las aguas de la Cueva del Indio a bordo de una lancha de motor para ver el espectáculo que ofrecen las formaciones geológicas de estalactitas y estalagmitas e incluso vivir una experiencia de altura: el canopy es una actividad ideal para los amantes de la adrenalina que prefieren atravesar el Valle de Viñales a 35 metros de altura. El recorrido es de un kilómetro dividido en cuatro tramos y si prefieres, puedes hacerlo acompañado de un entrenador.

En tu itinerario puedes incluir las visitas guiadas en bici y disfrutar de una comida típica criolla con vista al Valle de Viñales. Allí los viejos mogotes comparten el espacio con las parcelas donde los campesinos siembran el tabaco más famoso del mundo con técnicas heredadas de sus antepasados.

Por su riqueza natural, Viñales recibe más de 2500 turistas por día. Recientemente, importantes expertos mundiales de la industria de viajes la han incluido en la lista de los 25 lugares del mundo que recomendarían visitar en 2018.

Las Terrazas:

También en la provincia más occidental del país y a solo una hora de la capital cubana, puedes encontrar otro sitio que destaca por su belleza. Las Terrazas ofrece baños en piscinas naturales, actividades náuticas, una variada oferta gastronómica y diversas opciones para el turismo de aventura, con la posibilidad de ver desde la altura el entorno de una comunidad.

Allí podrás escoger entre todo tipo de excursiones y actividades que permiten explorar las riquezas de un lugar ubicado en el corazón de La Sierra del Rosario, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Muchos viajeros llegan a los bosques de Las Terrazas para observar el Tocororo, ave nacional de vistosos colores, algunas de las cinco especies de carpinteros o la Carta Cuba, considerada una joya de la ornitología cubana.

Canopy, Las Terrazas. Foto: Yen Cordero

Acompañados de guías locales y especializados, podrás realizar caminatas, pasear en botes, a caballo, o inclusive experimentar un canopy tour similar al de Viñales. También, podrás zambullirte en uno de los principales atractivos naturales de la región. Pequeñas cascadas caracterizan la corriente del Río San Juan, que baña el paisaje montañoso y permanece virgen de los efectos negativos de la acción del hombre. Este lugar es ideal para pasar un día con la familia y los amigos.

No pierdas la oportunidad de pasear en kayak, bicicletas acuáticas o de disfrutar de un menú típico en los diferentes restaurantes, en los cuales es frecuente encontrar entre sus ofertas el cerdo a la brasa, comida tradicional de los campos cubanos;  visitar la Casa de Polo Montañez, donde nacieron canciones que ahora interpretan recocidos artistas internacionales o visitar las ruinas restauradas del cafetal Buena vista, una de las reliquias históricas del país.

 Varadero:  

Este es uno de los destinos más importantes del Caribe. Sus playas de fina arena blanca y aguas transparentes verde azules lo han hecho mundialmente conocido. Su vegetación y paisajes naturales lo convierten en un balneario frecuentado cada año por millones de turistas de todo el mundo. Pero en Varadero podrás encontrar mucho más que sol y playa.

El destino ofrece facilidades para la actividad náutica, la realización de eventos y una vida nocturna animada. Además, está ubicado a solo 140 km de La Habana, a 2 horas de la Ciénaga de Zapata, el mayor humedal del Caribe y muy cerca de la ciudad de Cárdenas y Matanzas.

Allí encontrarás hoteles como el Meliá Marina Varadero, y la mayoría de las marcas de Meliá en Cuba: desde Sol hasta Paradisus; esta última ofrece eco resorts con exclusivos servicios, gastronomía diversa y asistencia personalizada para que el viajero viva Cuba de una forma diferente.

Varadero

En las noches, puedes disfrutar las presentaciones de agrupaciones exponentes de lo mejor de la música cubana. En el escenario de la Casa de la Música de Varadero es frecuente encontrar grupos como los Van Van, Pupy y Los que Son Son, y orquestas antológicas como la Aragón. Muy cerca de allí, la Taberna de los Beatles acoge bandas de rock cubanas con versiones de clásicos del género a nivel mundial, una muestra de que la isla ofrece mucho más que música popular bailable.

En uno de los puntos más altos de la península, se erige desde 1930 la mansión Dupont o Xanadú, donde se encuentra el único campo de golf de 18 hoyos que existe en Cuba. El mejor green del país atrae a golfistas del mundo entero para disputar torneos en un escenario singular de más de 60 hectáreas con zonas de juego, bosques de vegetación autóctona y lagunas que le otorgan un gran atractivo, acompañado siempre de la brisa que devuelve una de las playas más hermosas del mundo. El Meliá Las Américas es el único hotel con acceso directo al Varadero Golf Club.

Si llegas al Parque Retiro Josone, encontrarás un jardín botánico con naturaleza variada, que exhibe desde violetas minúsculas hasta enormes trepadoras y quizá te contagies del amor que inspiró a la pareja que en 1942 soñó con un sitio que perdurara su pasión.

Si estás en Varadero, tampoco pierdas la oportunidad de visitar el Delfinario, situado en el kilómetro 12 y medio de la Autopista Sur. Allí, además de los espectáculos y las fotos, con un cargo extra, podrás nadar con los delfines.

También puedes navegar en alta mar y practicar buceo, a través de las excursiones a Cayo Blanco en catamarán, en las que podrás descubrir la belleza de las aguas cristalinas que rodean la península cubana y si deseas llevarte a casa un recuerdo de tu experiencia en la isla, recorre la avenida principal de Varadero que se convierte en una vitrina de la artesanía local, para que te lleves a casa un pedacito de Cuba.

Río Canímar:

Antes de tu parada en Varadero, no dejes de visitar el Río Canímar, el mayor y más caudaloso de los que desembocan en la bahía matancera. Alcanza una anchura de más de cien metros y la profundidad llega a los seis metros.

Además de su asombroso paisaje, es este uno de los destinos de Cuba que atrae por su historia. La zona es considerada una de las más ricas desde el punto de vista arqueológico, pues se han reportado 31 asentamientos aborígenes. Muestra uno de los sitios funerarios más importantes de Cuba y el Caribe, de donde se han extraído más de un centenar de osamentas, algunas, con una antigüedad que sobrepasa los siete mil años.

Al decir de arqueólogos, Canímar, fue el sitio ideal para que los aborígenes cubanos se asentaran con toda comodidad en un valle paradisíaco por sus excelentes aguas y abundante caza. Allí, se pueden constatar también variedades zoológicas en peligro de extinción, especialmente 77 especies de aves, entre las que se incluyen las que identifican la fauna cubana.

La aventura te aguarda a solo 15km del centro de Matanzas.

Bejucal en Parrandas:

En la provincia de Mayabeque, a apenas 40 minutos de La Habana, se celebra una de las tradiciones culturales nacidas en la época colonial y que se mantienen hasta la fecha. Las Charangas de Bejucal, declaradas Patrimonio Cultural de la Nación, es junto a las Parrandas de Remedios y los Carnavales de Santiago, una de las fiestas populares que no querrás perderte.

Las charangas tienen su origen en el siglo XIX, lo que la convierte en una de las celebraciones más antiguas de Cuba. Al principio, se relacionaban con la «Misa del Gallo» y los festejos católicos de Nochebuena y Navidad, pero poco a poco se fueron transformando en un espectáculo de todo el pueblo en el que se mezclan la música y la danza con tradiciones artesanales.

El 24 de diciembre, desde el atardecer hasta el amanecer siguiente, la plaza central del pueblo acoge el desafío de una supuesta rivalidad entre dos bandos, representados por los colores azul y rojo. Las congas de un grupo de y de otro bailan con esmero y se retan en cada paso al ritmo de los tambores. Cada bando presume de elaboradas carrozas, dispuestas en extremos opuestos de la plaza, y que pueden alcanzar hasta 23 metros de altura. Para ganar la disputa, es preciso demostrar quién suena más, quién baila más y quién puede seguir mejor el ritmo.

Entre los visitantes y bailadores se mueve la Macorina o la Boyera, personajes típicos de la celebración, cada uno con su propia leyenda. La famosa Conga de Bejucal cierra la festividad, aunque solo hasta el próximo diciembre. Cada año se concibe una fiesta diferente para mostrar distintos aspectos del panorama cultural cubano e internacional como la pintura, el cine y la historia.

Anímate a descubrir lugares y tradiciones que están al alcance tu mano si estás dispuesto a explorar las maravillas que se encuentran más allá de la capital cubana.