Cuba, mencionar esas cuatro letras es de cierto modo caer o dejarse seducir ante el magnetismo de su cultura, el calor humano de su gente, el clima benévolo, el colorido de sus entrañas, sabores, aromas, ritmos…
De cualquier manera se cuentan por millones los visitantes que han tocado la tierra más fermosa, como dijera Cristóbal Colón en 1492 y se han ido de ella contagiados en los planos más disímiles. Así, hay quien recorre nuestro archipiélago al más puro compás del uno, dos y tres, como si de escoltar a la Comparsa de los Guaracheros de Regla, o la del Alacrán se tratase.
En esa cuerda de los llamados carnavales o fiestas patronales, que en algunos territorios tienen mayor popularidad, establecimos un paralelo con la historia, en aras de que usted visitante, conjugue historia, placer y una estancia placentera para descansar sus pies luego de tanto arrollar.
Los primeros tambores africanos se escucharon en Cuba desde el siglo XVI durante ciertas fiestas, como la del Día de Reyes y la de Carnestolendas o Carnaval, ya que su uso estaba restringido al ámbito de sociedades de ayuda mutua, llamadas Cabildos de Nación, donde se permitía a los esclavos y sus descendientes reunirse para cultivar su cultura y religión.
La música y la danza del Carnaval fueron siempre muy populares en Cuba, y han ejercido una importante influencia en otros géneros de nuestro acervo, tal como la Conga de Salón y el ritmo Mozambique.
La Conga cubana ha trascendido las fronteras nacionales para convertirse en uno de los más conocidos y apreciados géneros de la música cubana en el extranjero, como las famosas Congas de salón de finales de los años treinta y principios de los cuarenta Bim Bam Bum, de Rafael Hernández y Uno dos y tres, de Rafael Ortiz.
SANTIAGO: TIERRA CALIENTE
En esta oportunidad iniciaremos el recorrido como si la guagua viniese en reversa, parafraseando el popular tema del Dominicano Juan Luis Guerra. Santiago, tierra caliente, por excelencia se impone. Puede usted involucrarse o quedar preso tanto de las Fiestas del Fuego como del Carnaval santiaguero.
No le quepa la menor duda que en ninguna de esas dos celebraciones, con asiento en julio, uno de los meses más volcánicos en cuanto a temperatura en nuestra Isla, y también en materia de ambiente, no faltará la corneta o trompeta china que identifica sonoridades de esa región oriental. No lo dude, esté presto a arrollar calle-arriba o calle-abajo hasta que sus pies no den más, o déjese llevar por las sonoridades de nuestra región caribeña, para que el recuerdo del momento garto perdure, después de marcharse de Cuba. Luego de esa intensidad 360, el descanso y confort en el Meliá Santiago le abrirán los brazos, si en definitiva lo elige para su estadía.
CAMAGÜEY: SAN JUAN NOS ACLAMA
En honor a San Juan Bautista, tienen lugar en junio las llamadas fiestas de San Juan, que se celebran en disímiles latitudes.
Acá en Cuba la tradicional fiesta de San Juan, vio la luz por primera vez en 1725. Se celebra en este mes en el momento en que los ganaderos llevaban el ganado a la ciudad para venderlo.
En aquel entonces se organizaba con este motivo una feria con competencias de caballos y distintas habilidades que daba comienzo el día 24 de junio con los festejos del día de San Juan. Pasó el tiempo y las ferias se hicieron algo común, de todos los años, y entonces se fueron sumando más eventos y actividades, la gente empezó a participar más, a sumar disfraces y entretenimiento.
Actualmente estas fiestas populares son una de las pocas que quedan en la isla aunque no están más vinculadas con la venta de ganado. Las fiestas comienzan como entonces, la víspera del 24 con la Lectura del Bando desde los balcones de la gobernación, después cuando va cayendo la tarde comienza un desfile de comparsas y congas por las calles principales y al otro día todos los barrios cocinan una enorme olla de ajiaco, un plato tradicional cubano con carne, especias y maíz, que después todos comen en grupos.
Las fiestas duran cinco días, en todas las calles, plazas y barrios y el día 29, día de San Pedro, se quema un muñeco en la plazoleta de Bedoya y se pone fin a los festejos de San Juan de Camagüey.
Luego de ese pico de adrenalina y festividad, o antes usted puede conjugar baile y ritmos con el relax que le pueden proporcionar días en el Meliá Cayo Guillermo o en el Meliá Cayo Coco.
TRINIDAD
Es uno de los pueblos de Cuba que mayor número de festividades ha desarrollado. Posee una riqueza cultural e histórica que constituyen dos de sus principales atractivos. Baste mencionar La Candelaria, San Blas, La Cruz de Mayo…
Pero justamente las que se arraigaron como carnavales fueron las fiestas Sanjuaneras. En Trinidad al principio se celebraban los días de Carnestolendas o Triduo en el mes de febrero, esto cambió por problemas en la zafra y se decidió pasarlo a junio. El 30 de mayo se celebra el San Fernando, una especie de Halloween antillano donde todos se disfrazan. Entre el 12 y el 21 de junio se celebran las fiestas de San Antonio.
Fue a partir de 1820 que las fiestas sanjuaneras quedaron oficialmente dentro del período comprendido del 30 de mayo al 30 de junio, pero algunos pobladores extienden sus celebraciones hasta el Santiago y Santa Ana los días 25 y 26 de julio. Cosas de nosotros los cubanos y nuestro espíritu fiestero.
SANTA CLARA
Puede pensar que rememora la toma de la ciudad, que asaltará el Tren Blindado o que sencillamente se mezclará con los nativos de la ciudad más poblada del centro de Cuba. Si bien las Parrandas de Remedios se erigen como la celebración cultural y carnavalesca más renombrada de Villa Clara, los carnavales siempre despiertan interés, máxime en una villa que descuella por su acervo cultural. Si el combustible aún no se agota en su tanque, lléguese hasta Cayo Santa María y disfrute de maravillas naturales, y otras opciones que Meliá pone a su alcance…
MI HABANA TIENE SU ACHÉ
La Habana es una ciudad que se vende por sí sola. El carnaval habanero, celebrado generalmente a principios de Agosto, sin ser como otros de sus homólogos de la nación, tiene aristas cautivadoras. Desfile de comparsas en buena parte del Malecón, esa mezcla de música, sabores con la brisa marina que nos abraza y enamora.
La vida nocturna y el constante movimiento, un collage sui géneris, que además nos abre un espectro de arquitectura, pues imbrica la contemporaneidad de la franja de litoral del Vedado, con la cercanía de lo añejo y perdurable que se antoja el umbral del casco histórico, con el Morro en calidad de guía.
También en La Habana cuando agosto nos dice presente, está la posibilidad adicional de disfrutar varias de las comparsas más afamadas de la nación como Los Guaracheros de Regla, El Alacrán y La comparsa de la FEU.
Por si eso no bastara usted, amigo mío, tendrá la posibilidad de disfrutar en vivo, de varias de las mejores agrupaciones de música popular bailable, de la buena timba cubana, que por lo general se dan cita para aderezar nuestros Carnavales. Si está hospedado en el Tryp Habana Libre, Meliá Cohiba o Meliá Habana, entonces, no se lo piense dos veces y carnavalee. Así de simple.
