Por Ariel Causa
Nuestro encuentro anterior nos llevó a degustar tres cocteles de referencia para quienes visitan Cuba. ¿El resultado? Fuimos imprudentes, nos dejamos llevar por la cascada de matices y la exploración sensorial. Hicimos caso a nuestros sentidos. Le hicimos, inocente lector, caso a los instintos y al barman.
Despiertas apenas un par de horas después del fin de la fiesta de fuegos artificiales en tu paladar. Tenderemos un piadoso velo de silencio sobre el donde, cuando, como y el con quien de dicho despertar.
Necesitas, necesitamos, un café para sacudirnos la noche de los músculos engarrotados y la cabeza pesada. Te propongo estas 4 maneras muy cubanas de hacerlo.
Expreso
Desde el Tryp Habana Libre 3 cuadras, calle L abajo, está Café Galería Mamainés. Escogemos un rincón con sombra, demasiada luz es todavía un lujo que nuestros ojos no se pueden permitir. Seguimos el procedimiento más simple y efectivo para comenzar el día después de los eventos vividos: pedimos un expreso.
Denso, breve, intenso, la simpleza de la taza, mínima en su plato, es una de esas contradicciones aparentes que parecen aflorar a cada paso mientras se explora esta nación: el cubano, un pueblo hiperbólico y barroco donde los hubo, despoja de todo artificio y ritual el acto, entonces supremamente sencillo, de iniciar la jornada.
Bien caliente lo sirven en Mamainé, pásame el azúcar morena, dirás. Dos cucharadas, para amarga la vida. En el borde del plato descansa un bombón. El borde es breve, el bombón toca la porcelana calentada dejando una dulce huella. Si como yo, elijes pasar el dedo discretamente, los meseros se harán de la vista gorda.
Café con Leche
Puede que necesites algo más sustancioso. Lo de las fuerzas a reponer, lo del cuerpo a restaurar y todo eso…
En la esquina de Infanta y San Lázaro tomamos asiento en la cafetería del complejo El Bicky .Un café con leche acompaña al desayuno, ahora más opíparo. El café con leche cubano no tiene traducción. Estamos claros de que no es el latte anglosajón. Demasiado dulce, demasiado lácteo, demasiado fuerte. Una taza grande de leche extra azucarada, completada hasta el borde con una dosis generosa de café expreso.
Rocío de gallo
Este es un recurso extremo, para casos de resaca de alta intensidad en los que existe la necesidad de una recuperación milagrosa. Úsalo con sabiduría.
El Rocío de Gallo añade al expreso de rigor 20 ml de ron carta blanca (te recomiendo el 3 años de Havana Club) lo que eliminará los efectos de la intoxicación de manera casi inmediata. Igual sigues necesitando beber abundantes líquidos y el principio en el que se basa es el de engañar a tu propio cuerpo, una traición que suele pagarse caro.
Bombón
Finalmente, si me preguntas, tendré que confesarte que mi manera preferida de comenzar la mañana es con alegría. Júzgame cursi, te reto, pero si el brebaje ritual es una mezcla de café, leche, chocolate y licor de cacao adornado con un poco de canela molida, no hay escapatoria para esa marea de sensaciones que me pinta una sonrisa en la cara.
