Por: Grace Horscheck
«Cualquier cosa es posible en La Habana«, escribió el novelista británico Graham Greene al referirse a la rapsódica capital de Cuba, haciendo eco en el pensar y soñar de muchos. No estaba equivocado. Realmente es uno de los centros urbanos más geniales del mundo, esta realista y aun as í, bullente metrópolis caribeña, esta tumultuosa mezcla de monumentos y música a la que pocas culturas se asemejan…el destino ideal este verano. Aquí te dejamos 4 highlights!
Habana Vieja
Repleta de joyas arquitectónicas de cada era, la Habana Vieja ofrece al visitante una de las más finas colecciones de edificios urbanos en las Américas. Para empezar, se puede realizar una pequeña «parada de tren» e irse adentrando en el vecindario o mantenerse alrededor de las plazas principales: Plaza de la Revolución, Plaza Vieja, Plaza de San Francisco de Asís y la Plaza de la Catedral.
El boulevard de la Calle Obispo es la arteria principal de la Habana Vieja, con galerías de arte, tiendas, bares, y gente.
Museos
No es necesario ser un copioso bebedor de Añejo Reserva para disfrutar el Museo del Ron, en la Fundación Havana Club. Aquí se pueden conocer datos como el complejo proceso de fermentación y las antiguas formas de producir el ron.
El Museo de Bellas Artes, en donde puede uno pasarse todo un día viendo desde cerámicas griegas hasta arte pop cubano, hace fila para ser «el mejor museo de arte en el Caribe». Su contraparte sería quizás el de San Juan, Puerto Rico.
Construido entre 1913 y 1920, el Museo de la Revolución, desciende cronológicamente desde el piso más alto comenzando con la cultura pre-Colombina cubana y concluyendo con nuestros días.
El esotérico Museo Napoleónico contiene una interesante colección de 7000 objetos asociados con la vida de Napoleón Bonaparte. Esbozos de Voltaire, pinturas de la batalla de Waterloo y una peculiar recreación del estudio y habitación de Napoleón son solo algunos de los atractivos.
Los adictos al chocolate, por su parte, no deben dejar de visitar el idiosincrático Museo del Chocolate en el corazón de la Habana Vieja. Situado irónicamente en la calle Amargura …el establecimiento es más un café que un museo y para poca sorpresa, todo en el menú contiene un ingrediente invariable. Es divino lo tomes caliente, frío, blanco, negro, o suave
El Morro, la Cabaña…
La deslumbrante vista de la Habana desde el otro lado de la bahía es incomparable. Por eso, se hace espectacular un viaje al Parque Histórico Militar Morro-Cabaña. El atardecer es un buen momento para ir y de paso quedarse en la emblemática ceremonia del «cañonazo»
La Habana de noche
Mucho hay por hacer este veranito en la capital de los cubanos, si de vida nocturna hablamos. Entre mis recomendaciones:
Habana Café: Club nocturno situado en el hotel Meliá Cohiba, con un estilo retro que evoca la Habana de la década del 50 .El lugar ideal para escuchar y bailar música cubana tradicional al más puro ritmo caribeño.
Restaurante Sierra Maestra: Ubicado en el piso 24 del Tryp Habana Libre ofrece excelentes vistas tanto del mar como de la ciudad. El menú gourmet combina las delicias de los platos tradicionales con la alta cocina internacional. Es un sitio elegante con ofertas para grupos a precios razonables .Altamente recomendado!!!
Gran Teatro Alicia Alonso: El increíble teatro neobarroco frente al Parque Central, es la casa del aclamado Ballet Nacional de Cuba donde además se ofrecen tours durante el día.
Basílica Menor de San Francisco de Asís: La gloriosa iglesia de la Plaza de San Francisco de Asís es hoy un museo y salón de conciertos. La vieja nave es sede de recitales varias veces a la semana, el programa se puede chequear en la puerta y la acústica en el interior es excelente.
Hoy en día el Malecón sigue siendo el más auténtico y popular «teatro» al aire libre de La Habana, un cabaret de la vida real en donde reunirse, saludarse, debatir y enamorarse. Por tanto, sencillamente caminarlo es una-si no la mejor- de las opciones recreativas estos meses de sol.
Los habaneros están enamorados de esta ciudad y no es difícil descubrir por qué. Es esta la metrópolis que inspiro a Lorca y encantó a Hemingway, un lugar del que te enamoras sin notarlo, un paraíso tropical que no te puedes perder!
