Cuba no tiene selvas a la usanza del Amazonas, ni sabanas al estilo del Serengueti en Tanzania (superficie de 14 763 km2) pero no por eso podemos decir que en nuestra geografía no se puede disfrutar de un Safari singular.
Si usted sencillamente escoge esa opción entre las ofertas que desde las instalaciones hoteleras de Meliá en Cayo Santa María pone a su disposición Gaviota Tours, podrá comprobarlo. Puede que un venado o jutía se le crucen en su camino, pero lo que sí no le faltará será la hospitalidad de los guajiros cubanos, el excelente sazón de nuestra comida criolla y tradicional, y una combinación de naturaleza local, áreas protegidas y baño en franja de playa exclusiva.
Desafiando el filme protagonizado por Daniel Day Lewis, “Mi pie izquierdo”, nos tocará iniciar esta cruzada con el pie derecho y a bordo de un jeep 4×4, presumiblemente de la escudería japonesa Suzuki.
Con el starter presto a sonar el disparo en Caibarién frisando las 9:00 a.m. usted tomará la largada en una cruzada disponible a diario para un mínimo de diez personas. El pulmón de nuestros campos, el verde oxigenante y los caminos rurales dictarán la ruta, con la campiña cubana siempre en un primer plano de su horizonte visual.
Escala obligatoria en una finca, cálcese sin tapujos un sombrero de guano y atempérese con la vida en una finca. Para ello, una cabalgata, ser parte del proceso de alimentación de aves de corral o aprender la técnica de ordeño, bien pudieran ser elementos de familiarización ineludibles.
En medio de semejante entorno, créanme que lo disfrutará pues en mi memoria están aún frescos recuerdos de mi niñez y múltiples visitas a la finca del tío Gelasio. Baño en pozas o ríos, huir de alguna embestida de una vaca en celo, carreras a caballo o acampo traviesa, fueron algunas de mis aventuras perennes entonces, el apetito dirá presente y será el turno de un buen cerdo asado en púa, el congrís, la yuca con mojo criollo y todo eso aderezado con la brisa fresca de nuestros campos y el trinar de sinsontes y otras aves que habiten la región.
Cuando la digestión haya avanzado un río de la región le abrirá sus brazos de cristalinas y gélidas aguas y lo convidará a darse un chapuzón. Justo ese refrescante baño marcará el epílogo antes de regresar a Caibarién y de ahí a su hotel.
MOTO NATURA… SENTIRSE FREE Y DISFRUTAR
Con las huellas frescas aún del Jeep Safari, y si en definitiva logra convencer a otros tres amigos o huéspedes compañeros de hotel, usted podrá lanzarse a experimentar la libertad sobre dos ruedas. A las 9:30 a.m. de cualquier día de la semana lo recogerá un ómnibus climatizado y lo dejará en el punto de renta, locación inicial de otra travesía.
Guantillas ajustadas e inspeccionada su moto, la cueva Pelo de Oro, única caverna en Cayo Santa María, devendrá la oportunidad ideal para conocer los valores de la naturaleza local y materializar una primera escala.
Cuando reanude la travesía el punto de descanso lo hallará en un área protegida que abriga los senderos La Aguada de Bagá y Artistas del Bosque. Puede que se sorprenda con la presencia de alguna especie endémica de nuestra flora o fauna, como ingrediente extra para ser captado por su lente en la excursión.
Al igual que en el jeep Safari, el colofón será un baño, solo que en esta ocasión le reservamos un área exclusiva de playa, para que sol y salitre, tatúen de una vez y por siempre en su memoria, el recuerdo de un día peculiar.
Este periplo será mucho más rápido, porque justo cuando su apetito frise el límite, sobre la una y media de la tarde, ya estará retornando a su instalación hotelera para ver caer el telón de su cruzada con un almuerzo plenamente a su gusto.
Nada amigo, que en ocasiones no se necesita correr tras un Ñu o elefante, temerle al encuentro con un león o leopardo, para decir que vivió un Safari cargado de emociones. Cuba y esta nuestra versión, igualmente le depararán atractivos. Y recuerde, todo al alcance de una reserva.