Tope de Collantes, El Nicho, el Salto del Caburní, montañas, rocío, natura y oxígeno marca registrada Cuba 100% libre de toxinas. Usted, visitante que apostó por nuestro archipiélago como destino, y que siendo un poco más profundo, se decantó por una de las instalaciones hoteleras de la cadena Meliá en Cayo Santa María, podrá ampliar su diapasón de disfrute si sencillamente escoge una de las opciones de excursiones disponibles en cada uno de los burós de reserva de Gaviota Tours, entidad que le abre las puertas del centro del país, con distintas actividades de interés en calidad de platos fuertes.
Mi primer y único contacto con ese entorno fue en tiempos de universitario. Partimos de intrépidos en una expedición un grupo de colegas, embriones de periodistas todos hacia Cuatro Vientos, paraje paradisíaco en la geografía montañosa cienfueguera. ¿El acceso? Escabroso desde Cumanayagua en la famosa y extrema Guarandinga, un transporte que desafía a riesgo puro las empinadas cuestas hasta llegar al umbral de las nubes.
Sí señores, al azar cualquier paraje al amparo del parque Guanayara puede antojarse un pasaje al Edén de la mamá Natura.
El simple hecho de despertar cubierto por una capa fina de neblina, y con el cantar espontáneo de las aves, sentir ese aroma de rocío, y emprender luego la marcha con la compañía fiel de ese perfume de Mariposa, nuestra flor nacional, a ambos lados del camino, cautivaba sobremanera. Eso sin emprender la marcha, desandar senderos, dejarse hipnotizar por la vegetación sui géneris, bañarse en las gélidas aguas de pozas o cavernas, y hacer un alto para degustar frutas o cualquier otro refrigerio que los guajiros de la zona pudieran ofertar.
Para usted puede ser mucho más simple, si se atreve a pasar Un día en la Montaña.
Desde la recogida de los interesados en buses climatizados a las 7:30 a.m. lunes y jueves para no desaprovechar ni un ápice de jornada, hasta el retorno, si así lo desease a su hotel sobre las 8:30 p.m. tras una jornada de intensidad física e interacción con entornos naturales de ensueño. La aventura comienza por Guanayara con el descenso de la montaña en camión hasta el sendero natural “Centinelas del Río Melodioso” que comienza justo en el impresionante salto de agua “El Rocío”. Variantes de interacción hay dos: puede escoger la caminata o por el contrario, si su adrenalina está al límite, puede atravesar el río.
Si de dejarse atrapar por el magnetismo natural se trata, el reencuentro o punto de choque no podía ser sino en la poza natural “El Venado”. Quédese en atuendos ligeros, no tema, ningún venado lo embestirá, pero tampoco podrá renunciar a los placeres de un refrescante baño tras la caminata. Eso sí, acá le vendría bien una copita de añejo especial o Reserva, para desterrar el frío del cuerpo. Continuar la marcha, cuando el reloj biológico nos pide rellenar el tanque de combustible, se impone. Siguiendo las coordenadas del sendero recalaremos en el restaurante “La Gallega”. Pasadas las dos de la tarde un exquisito almuerzo puede antojarse el colofón para un día sui géneris.
COMBO Y… ¡TOPES DE COLLANTES A LA VISTA!
Soy optimista y si de atractivos se trata siempre me gusta pensar que hay margen para más. Hablamos de una franja montañosa perteneciente al Macizo de Guhamuaya y que ocupa miles de hectáreas de la geografía de Cienfuegos, Sancti Spíritus y Villa Clara.
Y si de imbricar esos parajes naturales con el entorno histórico y citadino sui géneris de Trinidad se trata, la excursión Overnight a Topes de Collantes se pinta sola. No podrá esquivar nuestras estocadas de placer y la primera de ellas hurgará justo en sus fibras sensibles de curiosidad. Trinidad será el destino de sus interrogantes, y en el camino hacia esa villa tendrá una escala con vista del Valle de los Ingenios en la Torre Manaca-Iznaga. Historia, caña, la posibilidad de degustar un guarapo genuino, lo llamarán, y luego podrá proseguir la marcha.
Toca el turno de Trinidad en sí misma. Sitios de interés hay muchos, en esta ocasión, la Casa del Alfarero marcará el inicio. Pasado el mediodía y tras el almuerzo, uno de los museos locales le abrirá sus puertas y luego, a su elección, podrá continuar adentrándose en la historia de una de las primeras siete villas con que contó la nación: Nuestra Santísima Trinidad. Esplendorosa, por cierto. El sello de la jornada de apertura lo pondrá el ascenso a Tope de Collantes, pues durante su trayecto hasta el hotel “los Helechos” su morada alternativa, podrá deleitar su retina con los paisajes de una región natural privilegiada y protegida.
Tras el descanso y con el cuerpo pidiendo a gritos más aventuras comenzaremos la segunda jornada. ¿Destino? Parque Natural El Cubano, ubicado a solo cinco km de Trinidad.
Acá la carta bajo la manga será la interacción con la naturaleza cubana, algunas de sus especies endémicas y otro chapuzón en una poza. El camino a seguir, el del sendero “Huellas de la Historia”. Con el chip del disfrute casi a tope, la comida típica cubana, una buena yuca con mojo, un lechón asado al jugo de primera categoría, unos tostones de ensueño y un arroz congrís que quedará por siempre tatuado en sus papilas gustativas, serán el argumento de despedida, fieles a un añejo adagio que reza: barriga llena… corazón contento. No dudo que más de un visitante, conjugando cansancio e intensidad del periplo con digestión placentera, se rendirá en los brazos de Morfeo. Para cuando despierte, si es sobre las 5:00p.m. ya estará de vuelta en Cayo Santamaría, en su hotel, donde otros placeres lo continuarán acompañando hasta el fin de su estadía.
Cuba es mucho más que hoteles all inclusive. Usted, desde una perspectiva que imbrica naturaleza, historia y tradiciones culturales, podrá constatarlo. Y todo al alcance de una reserva. Meliá Hoteles, y burós de Gaviota Tours, el puente perfecto, si usted sencillamente decide saber y conocer… experimentar.