Sentirse como en casa en Cuba, en medio de la celebración de las Fiestas Patrias mexicanas, puede decirse fácil, pero no lo es. Sin embargo, sin titubeos esa fue la sensación que expresaron los chefs de la hermana nación azteca José Manuel Baños y Pedro Evia, además del barman mixólogo Ismael Martínez.
Todos coincidieron en que ambos países poseen muchas convergencias, ya sea en lo histórico, cultural, como en materia de gastronomía.
Por eso no dudaron en acceder a la invitación del grupo hotelero Meliá Cuba para impregnar La Habana durante poco menos de una semana con olores y sabores propios de México, siendo partícipes y protagonistas de los festejos con sus elaboraciones, carisma y cordialidad.
Con la imagen en sus papilas gustativas de un excelente chilindrón de cordero -de lo mejor que han probado en su vida, según coincidieron los tres- dialogaron como si no añoraran en lo más mínimo la vorágine de cada uno en su México lindo y querido.
¡Ay, Ay, Ay, Ay, bebe, come y no llores!
El bar Adán y Eva del Hotel Tryp Habana Libre fue el nicho de realización para Ismael, alias “El Pollo” quien como dueño de su gallinero coexistió, cócteles mediante, con nuestro Rey de Reyes del Daiquirí Adrián Ravelo y otros cantineros de la mítica instalación. La jornada estuvo dedicada a la coctelería. La Habana se muestra como el escenario ideal, pues precisamente en ha sido declarada capital de esa especialidad en Iberoamérica.
Se presagiaba ajetreo: las licuadoras comenzaban a decorar el ambiente con su sonar de abejas laboriosas, el tequila, mezcal y el ron Havana Club -fundamentalmente el Siete Años- se descubrían en rol principal, los que se llegaron para celebrar con un Happy Hour de bebidas refrescantes con el frappeado como divisa, saboreaban, mientras El Pollo se descubrió, sin quitarse su delantal:
“Le agradezco enormemente a Meliá por la invitación. Es la segunda vez que vengo, lo hice en 2016 y entonces era una incógnita. No conocía el clima, ni los ingredientes. Salió bien aquella vez y ahora llego con un poco más de conocimiento sobre esas cuestiones y el gusto de las personas. Eso es algo crucial a la hora de combinar.
Es muy importante para nosotros esa semana de celebración de la independencia de mi país, y aunque pero parezca extraño me siento muy cómodo.
La esencia acá pasa por una versión del cóctel Floridita, parecido al daiquirí. Se prepara a base de tequila, zumo de limón, jugo de piña e hicimos un licor de pimienta (reducir agua, azúcar negra, pimienta blanca y ron Havana Club 7 años. Al final buscamos fusionar el ron con el tequila. Un puente de sabores sellado con un golpe de angostura, buscando equilibrar el realce de los sabores por la sal y la pimienta. Además de lo genial de los colores entre tequiloso y el ron, un tanto marrón.
Ha sido increíble, la hospitalidad, la comida han sido una locura. De seguro será un capítulo de otros que vendrán. Sergio y Adrián son profesionales en todas las de la ley y espero llevarme algunas experiencias de ambos para seguir creciendo”, expresó el barman que cuenta con nueve años de experiencia y trabaja en el bar Hanky -Panky del Distrito Federal mexicano, situado en el puesto 75 entre los mejores bares del mundo y quinto de Latinoamérica.
José Manuel, enlazado con Cuba
“Es un orgullo salir de mi país y representarlo con mi comida. El menú que presentamos consta de dos entrantes: una sopa de maíz de la milpa (nombre de la parcela pequeña en la que se siembra el maíz, frijol, calabaza…), y otra de frijol hecha con tenaza de cangrejo moro. Luego un taco de cochinillo, el cual nos toma 24 horas hacerlo; después un pescado con pipián, (uno de los moles más tradicionales de México, hecho a base de semillas de calabaza.
De postre habrá un flan de requesón, además de un bosque que al momento que lo toca el líquido se desaparece, como por arte de magia”.
Con el anhelo de convertirse en ingeniero civil, por recomendación de su hermana llegó a estudiar en la escuela de cocina de Puebla, le gustó y con la gracia culinaria de su abuela yucateca, José Manuel Baños, apasionado de comer, celebró Cuba en su tercera visita: “Cada vez que vengo me enamoro más de tu país. Si te descuidas pongo un restaurante acá en el futuro”.
Ponderó la amabilidad del cubano, el parecido de nuestra comida con la mexicana, se declaró fan del cerdo, la ropa vieja, el chilindrón de carnero y la malanga, el congrí y los tostones…
Con dos décadas en las cocinas y ocho al mando de su Restaurante Pitiona en Oaxaca, considerado de los mejores de América, hacen una variante contemporánea y bien sabrosa de la comida oaxaqueña.
Reconoce que los premios son fruto del esfuerzo en equipo y tiene varias pasiones como su esposa y sus tres hijos, andar en motocicleta, y boxear. “Cada elaboración sale de mis manos con la misma pasión con la que amo a mis hijos”, sentenció.
Pedro Evia, bañado por el arte culinario
Agradecido por la invitación de Meliá, Pedro Evia calificó de muy interesante la idea de intentar atraer al turismo mexicano con la celebración de las Fiestas Patrias en Cuba, en hoteles de prestigioso confort como lo son el Habana Libre y el Cohíba.
Con 23 restaurantes a lo largo de México y el emblemático Kuuk (en lengua maya quiere decir brotar o renacer) en Mérida, Yucatán, especializado desde hace seis años en cocina yucateca de vanguardia, el menú que hasta el sábado ofrece este artista culinario a quienes visiten el Meliá Cohíba, consta de dos entrantes: esquipe tradicional mejicano (mazorca de maíz con mayonesa y polvos de chiles, crema de queso) y un ceviche clásico; dos platos fuertes: pozole y el frijol con puerco (muy yucateco) y otros tantos postres: flan napolitano y caballeros pobres (la versión yucateca de las torrejas).
“En mis 44 años he estado involucrado de manera natural con Cuba por las disímiles cercanías, desde la guayabera hasta la comida. El golpe de venir por primera vez a un lugar de donde son tantos amigos míos y sentir semejante calidez es fantástico. Lo había probado todo, pero venir al templo y constatarlo es sencillamente genial”, aseveró el chef que por raíces también coloca al puerco como su materia prima insigne. Lo avalan 17 años en el mundo culinario y la considera adictiva. Posee restaurantes italianos, de desayuno, japoneses…Apasionado del crossfit y el tiro deportivo, halla en sus dos hijos y su esposa una inspiración perenne.
Una semana para honrar el Grito de Dolores en Cuba. La música, otras expresiones artísticas y la danza, al igual que la moda, hallan su espacio en este puente de tradiciones culturales gastronómicas tendido por Meliá entre México y Cuba. Viva las Fiestas Patrias con nuestro sello. Hasta el sábado, involúcrese, no deje que terceros se lo cuenten.
