Cuatro destinos para conectar con «El Alma De Cuba»

Cuatro destinos para conectar con «El Alma De Cuba»

¿Qué Cuba es una especie de ajiaco de emociones? Es cierto. Me gustaría pensar que nuestro archipiélago posee todos los ingredientes para una receta de estancia placentera, con alquimia idónea de ingredientes. Puede que buena parte de los 4 millones 700 mil turistas que nos visitaron en el 2018 hayan quedado impregnados de esa filosofía.

https://youtu.be/DNjnmXcVNO8

De no haber sido así, de no haber vivido ninguna experiencia en nuestro país, o si, por el contrario, queda algún atisbo de duda respecto a seleccionarnos como destino este verano, le convido a que tome mi mano, lea estas líneas y me acompañe en una travesía que lo hará replantearse todos sus planes de vacaciones y volver la mirada con interés y determinación hacia esta llave del Caribe.

Paradisus Los Cayos: El goce pleno en Cayo Santa María

 Desde su locación, en una de las zonas más vírgenes del este de Cayo Santa María, hasta su concepción como inmueble el Paradisus Los Cayos magnetiza, sorprende, atrapa. Este contemporáneo ecoresort de 802 habitaciones todas tipo suite, lleva el concepto de exclusividad a otro nivel.

Precisamente en esa cuerda de pulsar lo excepcional se sentirá si elige “The Reserve”, una suerte de hotel dentro del hotel disponible para todos los clientes que buscan una atención más personalizada, de glamour y etiqueta superiores.

Playa Paradisus Los Cayos

Lo sublime pasará por alojarse en un edificio separado con acceso directo que dispondrá de Exclusivo salón-recepción-servicio de conserjería. Área de Internet, sala de masajes y gimnasio, exclusiva piscina y playa, además de exclusivo restaurante VIP y desayunador, así como también bares exclusivos.

Vivir la vida con privacidad inusitada, distinción y lujo en cada espacio, como parte de un hotel distinguido por sus 34 piscinas, 12 restaurantes y 14 bares, permitirán una experiencia de alojamiento superior.

Como valor adicional, el Paradisus Los Cayos posee un salón polivalente y varios salones de reuniones con locaciones alternativas como playa, piscina, jardines… múltiples facilidades para el segmento de eventos e incentivos.

Una inyección de conga para que cuerpo y alma vibren

 Decir Santiago de Cuba es necesariamente aumentar la temperatura corporal. No en vano, la oriental provincia posee el sobrenombre de “Tierra Caliente”. Santiago es bien conocida igualmente por sus carnavales, Fiesta del Fuego y tradiciones festivas. Si la escucha, créame que terminará arrollando Enramada arriba, Enramada abajo.

Un elemento distintivo de dichas celebraciones y que circula por el torrente sanguíneo de los santiagueros es su conga.

Un baile singular, que según se cuenta rítmicamente halla su origen

hace más de un siglo en el barrio santiaguero de Los Hoyos, uno de los lugares más populares y antiguos de Santiago, asentamiento del grueso de la población negra y mestiza de Santiago de Cuba y recibió el influjo de los emigrantes franco-haitianos.

https://youtu.be/5FhqJgVANvo

Es la manifestación artística más arraigada en el territorio y su evolución y desarrollo han sido de manera espontánea y natural.

Se toca con los siguientes instrumentos: Tres congas, que son tamboras bimembranófonas (pilón y dos redoblantes o galletas), el cuarto es el requinto y detrás le sirven como complemento, hasta 10 bogues o tambores membranófonos.

El quinto tiene gran importancia en la sonoridad del grupo, porque le da entrada al toque contagioso de la conga, que es particularmente excelente en el caso de «Los Hoyos».

A la percusión le continúan tres campanas metálicas seleccionadas por sonoridades especiales (tamboras de automóviles desechadas).

La presencia de la corneta china es trascendente, porque es el único instrumento de viento. Tanto es así, que lo primero que se escucha, como un llamado a la diversión y la fiesta es el conocido sonido de la corneta china, insertada en las congas santiagueras en 1916.

Sus instrumentos iniciales fueron una conga pilón, bocúes, un cencerro y un güiro. Con el paso del tiempo se acompañaron con dos congas redoblantes y sustituyeron el cencerro y el güiro por las campanas.

Saboree un ajiaco que el San Juan invita

 No es posible visitar Camagüey, participar de las fiestas patronales del San Juan, y no degustar un sabroso ajiaco.

De hecho, la añeja tradición plantea que para dar comienzo a las celebraciones se confecciona este caldo en los barrios la noche del 24 de junio, para comenzar las fiestas del San Juan, que terminan el 29 con el «entierro» de San Pedro.

En tiempos remotos la fecha coincidía con la época en que los ricos hacendados arreaban sus ganados hacia la ciudad de Puerto Príncipe, a fin de realizar compras y ventas, o embarcarlos hacia otros puntos del país, por los puertos de La Guanaja y Nuevitas.

El 24 de junio en esos lugares se situaban ollas de barro o se trazaba un círculo en la tierra, donde los vecinos depositaban carnes o vegetales para celebrar una comida colectiva, al igual que hacían los peones de ganado en aquellos puntos donde acostumbraban concentrarse.

https://youtu.be/JORzePorVf4

Este espeso caldo se denominaba ajiaco —voz indígena—, compuesto por tasajo, plátanos verdes y pintones, malanga, maíz tierno, calabaza, boniato, ñame, yuca, salsa criolla, agua, limón, ají y sal. Se come con casabe y su uso se hizo tan general en Cuba, que se llamó metafóricamente así a cualquier comida revuelta de muchas cosas diferentes confundidas.

Bien sabrosa esta genuina expresión de la cocina criolla, a la cual usted no puede renunciar si a finales de junio visita o sencillamente pasa de tránsito por territorio agramontino.

El Nicho: Aire puro, mente sana en cuerpo sano, pura vida

 Un Edén en las alturas del macizo montañoso de Guamuhaya. Es lo que viene a mi mente cuando visualizo o escucho sobre la opción de visitar El Nicho. Parafraseando a los costarricenses, es un entorno cubano donde se respira “pura vida”.

Se encuentra atravesando la Sierra del Escambray, forma parte del Refugio de Fauna Laguna de Guanaroca-Yaguanabo-El Nicho, ubicado en el Parque Guanayara, perteneciente al Macizo montañoso de Guamuhaya, (Escambray cienfueguero), con una extensión de 60 km² y más de 65 especies de plantas endémicas.

Sobresalen entre sus atractivos la Cueva Martín Infierno, poseedora de la estalagmita más grande de Latinoamérica con 67 metros de altura; el área protegida Pico San Juan, espacio natural excepcional, de especies únicas en el país.

Todo eso constituirá un aperitivo para usted antes de toparse con la Cascada de El Nicho, refugio ideal para los amantes del ecoturismo. Gracias a puentes de rústico acabado con improvisadas barandas, el ascenso de los visitantes se hace menos tortuoso hasta llegar a un mirador que permite contemplar todo un mundo verde a sus pies. Justo allí se encuentran las cascadas del arroyo El Negro, donde el agua se despeña desde más de 30 metros y se impacta contra las rocas, formando torbellinos de espuma que dan al ambiente una persistente neblina.

Diversidad de helechos y orquídeas entre otras plantas encontrará en su trayectoria por el sendero hasta desembocar en la entrada de la cueva El Calvo donde nace el arroyo El Negro cuyos principales atractivos naturales son las pocetas, el salto de las desparramaderas y la poceta de cristal.

Una especie de “paseo por las nubes”. No renuncie a él y disfrútelo desde Cienfuegos o Trinidad, enclaves donde podrá pernoctar en alguna de las instalaciones hoteleras de Meliá.