Marabana: Correr y pulsar un destino Maravilla

Marabana: Correr y pulsar un destino Maravilla

La Habana es un destino que -a la usanza de los siglos XVII y XVIII, cuando corsarios y piratas la asediaron- se ha puesto en el foco de atención de muchos. No en vano fue declarada una de las siete Ciudades Maravilla del Mundo en el 2016.

Sucede que si de viajar y conjugar placeres se trata, la también proclamada Capital Iberoamericana de la Coctelería en este 2018, le abre un abanico de espectros de la más diversa índole para que usted escoja a su gusto.

Arrancó el mes de noviembre, con él el inicio de la temporada alta turística en Cuba y en materia de opciones podrá llenar su bitácora.

Marabana, el plato fuerte

¿Se ha preguntado cómo sería ejercitar su cuerpo y pulsar una ciudad al mismo tiempo? Pues esa precisamente es la fórmula del Marabana, maratón internacional popular que acogerá su edición número 32 el próximo 18 de noviembre, y para la cual han confirmado su asistencia unos 1 139 corredores extranjeros de 47 países.

Además de 3 700 andarines nacionales lo que de antemano le asegura degustar el singular y atractivo circuito, con salida y meta frente al Capitolio Nacional en el más cordial y solidario ambiente posible. Y si usted no posee esas energías como para vencer un trazado de 42 kilómetros y 195 metros, o una media maratón, cuenta con la opción de inscribirse en las distancias de diez y cinco kilómetros, a tono con sus capacidades físicas.

De antemano le aseguro que disfrutará enormemente el trazado, pues el Paseo del Prado le abrirá los brazos hasta chocar con el magnetismo del Morro, indicando sólido y trascendental en el tiempo la entrada de nuestra bahía.

Bordear el Malecón habanero con la suave brisa como aliada, una franja de ocho kilómetros tan emblemática y luego saludar en la distancia al Hotel Nacional, un emblema de la hotelería cubana y escenario de relax en las décadas del 40 y 50 del pasado siglo de disímiles personalidades importantes.

Imagine por un momento que, en su periplo, podrá tener un acercamiento a sitios como zonas muy singulares de La Habana Vieja, lugar en el que sus construcciones conforman un magnífico tesoro y que hoy en día es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Capitolio Nacional, la Ciudad Deportiva, el Monumento a los Estudiantes de Medicina, la Plaza de la Revolución, el Museo de la Revolución, el Gran Teatro de La Habana, el Parque Central, el Zoológico de 26…

 (Foto de Ernesto Mastrascusa/LatinContent/Getty Images)

Si por demás, tuvo la sabia decisión de hospedarse en el Meliá Cohíba o en el Tryp Habana Libre, dos de nuestros hoteles en la ciudad, podrá avistarlos igualmente durante su recorrido.

Esa opción de desandar por un lado las edificaciones y arquitectura del casco histórico y por otro pulsar ese otro rostro habanero más contemporáneo, convierten a Marabana en una opción genuina y sumamente atractiva.

No en vano ha ganado adeptos con el paso de los años desde su edición primera en 1987.

Pero eso no lo es todo. Puede que su estancia de lujo contemple unos minutos debatiendo de béisbol en la esquina caliente de la peña del Parque Central, o que mejor aún, experimente la sensación de asistir a un juego de pelota en el Latinoamericano, con Industriales, algo así como nuestros Yanquis de Nueva York o nuestro Barcelona en rol protagónico.

Si aún le quedan fuerzas tras correr el Marabana o sencillamente asistir en calidad de espectador, refrésquese con un Daiquirí en el Floridita, atraviese Obispo y empápese de historia y cubanía, baile salsa en la Casa del Son…

La Habana le depara eso, buen cine en tiempos de Festival Latinoamericano que también se avecina… y el umbral de unos festejos por el 500 aniversario de su fundación irrepetibles.

Yo la vivo a diario, pero desde lo más profundo de mi ser, no pierda estos incentivos y colóquelo, circulado en rojo, entre sus opciones como posible destino de cabecera.