No soy muy bebedor, pero sí de disfrutar de un buen ron ligero se trata, mi apuesta es por el Santiago de Cuba añejo.
Así como la ciudad a la cual hace honor con su nombre y que es considerada como la cuna del ron ligero cubano desde 1862, el Santiago contiene una extraña pero muy peculiar mezcla de bouquet, aroma, coloración y textura, moldeada bajo la custodia fiel de los maestros fundadores. Así, ligero y suave desde que entra en contacto con nuestras papilas gustativas, este ron es mi cómplice ideal si de complementar el relax y aderezar estadios del alma agradables se trata.
Este producto fue creado y producido en la Ronera Santiago de Cuba, desde que el Gobierno Revolucionario nacionalizara en 1960 las fábricas pertenecientes a las marcas Bacardí y Matusalén, de las más prestigiosas entonces. Su etimología recuerda la generosidad de un micro clima especial para los aromas de frutas, típicamente criollo, dulce y firme a la par, muy favorable para el cultivo de la caña de azúcar en esa región de Oriente con un sabor diferente.
Así, usted podrá encontrar, tras beber unos tragos de ron Santiago, el temperamento de la gente en esa ciudad, dibujar tradiciones históricas heredadas de siglos, sentir en su torrente sanguíneo ese “fuego” que incita a arrollar de la conga santiaguera, bailar un son o escuchar una canción trovadoresca de Pepe Sánchez.

Créame que no exagero. Desde mi perspectiva existe una conexión singular entre esta ciudad, una de las siete villas fundacionales de nuestro país, su entramado histórico-cultural, y la imagen que de ella promueve esta bebida, ranqueada con solidez como uno de los mejores rones que se producen en nuestro país en la actualidad.
Línea de productos
En esta corriente el eslabón principal es su Carta Blanca, añejado en sus primeras edades se antoja ligero para la mezcla, y suave para el straight con hielo.
Su Añejo, también ligero y suave, afianza mediante su añejamiento prolongado sus características, su color pausado y con brillo, completa su sabor y resalta su fino aroma con cuerpo.
En el año 2004 se presentó el Añejo Superior (11 años). Combinación mágica del cuerpo de la caña de azúcar expresado en su dulzor y el espíritu presente en su aguardiente largamente añejado, constituye uno de los secretos más antiguos y mejor guardados por los Maestros Roneros de Santiago de Cuba.
https://youtu.be/pVjauRjZ-cQ
El Extra Añejo 12 Años representa una síntesis compleja de los grandes atributos de la bodega de añejamiento de Santiago de Cuba. La permanencia de sabor y aroma destacan de manera singular el tenor del roble altamente evolucionado; seco, pero suave y agradable al gusto, recuerda la presencia del aguardiente seleccionado que le da origen y su convivencia prolongada con viejos pero activos barriles.
El Extra-Añejo 20 Años constituye una exclusividad concebida para homenajear a la Ciudad Héroe, ciudad cuna del ron ligero, en el año 2000, Aniversario 485 de su Fundación; mientras el Extra Añejo 25 Años revela en su delicadeza de terciopelo y su justa armonía, el arte de mezclar y añejar de una cultura mestiza orgullo del Caribe.
Con calidad suprema y en homenaje al aniversario 500 de la fundación de la villa homónima, la marca lanzó el Santiago 500, línea súper exclusiva y considerada entre los rones espiritosos de mayor alcurnia de la Corporación Cuba Ron S.A.
Lo reconozco, me he hecho adepto fiel del ron Santiago, incluso en algunos restaurantes o bares de mi preferencia cuando ordeno algún cóctel, indago sobre la posibilidad de que me lo preparen con este ron, que también retrata la personalidad de una ciudad y uno de los destinos turísticos más fuertes de nuestro país.
Desde el Havana Club, pasando por el ron Caney y haciendo escala obligatoria en el Santiago, varios crepúsculos o atardeceres de placer y relajación necesitaremos para saciar nuestra curiosidad etílica. Usted sencillamente lléguese a Santiago, vívala, no deje que nadie se lo cuente…