Meliá apuesta por tres nuevos destinos urbanos Patrimonio de la Humanidad: Camagüey Cienfuegos y Trinidad

Meliá apuesta por tres nuevos destinos urbanos Patrimonio de la Humanidad: Camagüey Cienfuegos y Trinidad

Dentro de muy poco el viajero que visite Cuba podrá recorrer la isla entera y sus ciudades más bellas y de más alto valor patrimonial de la mano de Meliá. A la oferta actual, que incluye 27 hoteles en las principales playas, cayos y polos turísticos del país, además de los mejores establecimientos en La Habana y Santiago, se agregarán próximamente a nuestros circuitos tres nuevos destinos urbanos que son parte fundamental del alma, la historia y la cultura de Cuba.

Estos son las ciudades coloniales de Trinidad y Camagüey (dos de las primeras siete villas plantadas en Cuba entre 1511y 1515) y la afrancesada y neoclásica Cienfuegos, la Perla del Sur, fundada en 1819 por 50 familias de Burdeos, Nueva Orleans y Haití a orillas de la bahía de Jagua. Las tres poseen increíbles centros históricos que fueron declarados hace años por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, con lo que se amplía y enriquece nuestro compromiso con la Mayor de las Antillas.

Ciudad de Cienfuegos
Ciudad de Cienfuegos

En estas villas se rehabilitarán y gestionarán establecimientos de alto valor arquitectónico y patrimonial como los hoteles San Carlos, La Unión y el Jagua, en Cienfuegos, o el Gran Hotel y el Colón, en Camagüey, que son parte importante de la historia y la vida de estas ciudades al igual que sus palacios, iglesias y plazas.

Además, se remodelarán establecimientos construidos después de 1959, como el hotel Camagüey, ubicado en los terrenos de la antigua propiedad señorial Villa Ángela, a 4 kilómetros del centro de la ciudad de los Tinajones, y se edificará el nuevo y moderno Meliá Trinidad, en la playa de María Aguilar, al inicio de la privilegiada península de Ancón, a sólo 12 kilómetros de la ciudad colonial mejor conservada de Cuba.

Trinidad
Trinidad

En algunos de estos establecimientos Meliá trabajará con Islazul, única empresa turística cubana con la que todavía no colaboraba, ensanchando así el mapa de sus operaciones en el sector.

Después de casi 30 años de experiencia en Cuba y presencia en La Habana, Santiago y los principales destinos de sol y playa -Varadero, Cayo Santa María, Cayo Coco, Cayo Guillermo, Cayo Largo y Playa Esmeralda-, la llegada a estas emblemáticas ciudades a través de establecimientos repletos de historia nos llena de satisfacción y renueva nuestra voluntad de promover la gran riqueza patrimonial, arquitectónica y cultural de Cuba, sin parangón en el Caribe.

La tradición, la historia y la modernidad se combinarán en los nuevos hoteles Meliá de Cienfuegos, Trinidad y Camagüey, piezas clave en el propósito de fomentar nuevos circuitos culturales a lo largo y ancho de la isla.

Dos joyas históricas en la Perla del Sur

En Cienfuegos, a unos pocos metros del parque José Martí, antigua Plaza de Armas, el lugar a partir del cual Félix Bouyón trazó las primeras 25 manzanas de la villa tomando como referencia la inmensa majagua que cobijó en 1819 a los protagonistas de la ceremonia fundacional, se levanta el hotel La Unión, una joya de estilo neoclásico construida en la segunda mitad del siglo XIX en dos solares que fueron propiedad del rico hacendado y comerciante don Tomás Terry, apellido que está íntimamente unido a la historia y esplendor de la ciudad.

El establecimiento, de tres plantas y con un patio interior al que dan todas sus habitaciones y suites, tiene un pasado de peso, pues en uno de sus aposentos se encontraba el 15 de diciembre de 1985 el Capitán General de la isla, Arsenio Martínez Campos, cuando recibió la noticia de la derrota de las tropas españolas en la batalla de Mal Tiempo, razón por la cual partió de inmediato con el fin de tratar de impedir el avance del ejército mambí hacia occidente encabezado por el General independentista Máximo Gómez. Aquí se hospedaron figuras ilustres como la bailarina rusa Ana Pavlova -que actuó en el vecino teatro Terry-, el campeón del mundo de ajedrez José Raúl Capablanca, o el colaborador íntimo de José Martí Juan Gualberto Gómez.

Hotel "La Unión"
Hotel «La Unión»

No muy lejos de La Unión se levanta otro clásico, el emblemático hotel San Carlos, construido en los años veinte por el acaudalado vecino cienfueguero Antonio Mata, dueño también del hotel Ciervo de Oro, en la calle del mismo nombre que cambió definitivamente la fisionomía de esta ciudad de perfecto trazado rectilíneo y retícula cuadriculada como gran tablero de ajedrez. El San Carlos, al igual que su vecino, se inspiró en los conceptos preciosistas del neoclásico y su orden y rigor geométricos siguen extasiando al viajero que visita Cienfuegos.

Ambos establecimientos fueron insignias de la hostelería de la antigua provincia de Las Villas en los años cincuenta, y lo siguen siendo hoy tanto por su valor arquitectónico-patrimonial como por su ubicación, en el corazón del centro histórico, a unas pocas cuadras del legendario Teatro Terry, que con sus frescos e interiores trasplantados de Italia es una referencia de la ciudad -aún se recuerda la actuación de Enrico Caruso, el 19 de junio de 1920, con quien las lunetas de platea y los palcos alcanzaron la cifra fabulosa de 400 pesos-.

Saliendo de cualquiera de los dos hoteles, en unos minutos el visitante está plantado ante las joyas más preciosas de la ciudad: la catedral de la Purísima Concepción, con su fachada neoclásica con frontones que coronan los accesos enmarcados con pilastras; el antiguo Casino español, bello edificio ecléctico de finales del siglo XIX que hoy es sede del Museo Provincial y muestra una sobresaliente colección de artes decorativas; el café Palatino, con su portal colgadizo a la calle de San Fernando y sus influencias de la arquitectura trinitaria; el arco de Triunfo, único de su tipo en Cuba, levantado en 1902 por el gremio obrero local en saludo a la naciente República; o el Colegio de San Lorenzo y el Palacio Ferrer, otro destacado edificio ecléctico que se distingue por su cúpula mirador rematada por alegres mosaicos, donde se hospedó Caruso cuando visitó esta ciudad que sigue asombrando hoy como antes.

El Hotel Jagua y el Palacio de Valle

Al final del malecón, en la zona residencial de Punta Gorda, espacio de la ciudad de alto valor paisajístico al borde de la bahía, se levanta el majestuoso Hotel Jagua, construido a finales de los años cincuenta en los jardines del impresionante palacete del rico hacendado Acisclo del Valle. El hotel es un verdadero emblema, y no sólo porque fue el primero inaugurado tras el triunfo de la Revolución-con un banquete ofrecido al Club de los Leones de Cuba, el 28 de diciembre de 1959- sino porque es considerado una de las tres obras principales del Movimiento Moderno de Cienfuegos y reconocido entre las edificaciones representativas de la arquitectura cienfueguera de todos los tiempos.

Hotel Jagua
Hotel Jagua

El Jagua, junto al Palacio de Valle y los aristocráticos inmuebles aledaños del Palacio Azul, la Casa Verde y La Perla, se convertirán en un moderno y exclusivo complejo Innside by Meliá en el que el respeto a su identidad y a la arquitectura original se combinarán con el mayor confort y lujo en una de las zonas más bellas de Cienfuegos.

Pieza clave del empeño es la revitalización del Palacio de Valle, espectacular inmueble de dos plantas construido entre 1913 y 1917 por uno de los hombres más ricos del centro del país. Para su realización el comerciante convocó a los mejores artistas y arquitectos extranjeros y cubanos, incluido el italiano Alfredo Colli, el tallista español Antonio Bárcenasy herreros y pintores de primer nivel como Frank Palacios y Miguel Lamoglia. Acisco del Valle y Blanco apenas lo disfrutó, pues murió de infarto el día fatal de 1919 en que supo de la tendencia irreversible de la caída de los precios del azúcar que lo llevaban a la ruina.

Tras la salida hacia España de su viuda y sus ocho hijos, el palacio quedó en manos de su sirvienta catalana María de Covadonga, y finalmente fue vendido a mediados de los años cincuenta a una sociedad del dictador Fulgencio Batista que lo quiso convertir en casino asociado al vecino hotel Jagua, que entonces terminaba de construirse. Tal propósito fue descartado rápidamente en 1959, surgiendo allí una escuela de Artes Plásticas bajo la dirección del insigne escultor cienfueguero Mateo Torriente.

El Jagua y el Palacio de Valle, como el San Carlos y el hotel La Unión, forman parte de ese rico patrimonio arquitectónico y cultural de Cienfuegos que Meliá desea contribuir a rehabilitar.

Camagüey y Trinidad, testigos únicos de un pasado colonial

Camagüey y Trinidad son las dos ciudades de Cuba que más han conservado su esencia y su aspecto colonial, lo que se debe en gran medida a su alejamiento del centro de la isla. Hasta 1903, cuando empezó a funcionar el ferrocarril de Santa Clara a Santiago de Cuba (anteriormente el tren sólo llegaba hasta Santa Clara), y en tanto no se terminó la construcción de la carretera central (1931), Camagüey fue preservada prácticamente intacta y gracias a ese aislamiento salvador constituye hoy una de las joyas de la arquitectura hispánica en Latinoamérica, junto a Trinidad, por lo que los centros históricos de ambas villas fueron declarados por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.

Hotel Camagüey
Hotel Camagüey

Tanto Trinidad (1514) como Camagüey (1515) integran ese núcleo duro de las primeras siete villas fundadas en Cuba por los españoles – Baracoa, Santiago de Cuba, Bayamo, Sancti Spíritus y La Habana son el resto-. Por si fuera poco relevante ese pasado, está la riqueza excepcional de sus construcciones coloniales y la caprichosa urbanización de ambas poblaciones, llenas de recovecos, estrechas callejuelas, calles adoquinadas, parques y plazas de una belleza singular, todo edificado en la etapa de la opulencia azucarera y ganadera (en el caso de Camagüey).

Este invaluable patrimonio histórico y cultural, que trae a la memoria su pasado español y en el que lo antiguo, lo tradicional y también lo moderno se presentan en un mismo escenario, está en el espíritu de Meliá al llegar a estos destinos tan especiales a través de hoteles cargados de historia o de nueva planta, con los que se pretende enriquecer aún más la oferta ya existente.

Dos emblemas de Camagüey: el Colón y el Gran Hotel

Desde figuras como el ilustre músico polaco Artur Rubinsteín a personajes como el mafioso norteamericano Charles Lucky Luciano pasaron por el Gran Hotel, inaugurado con todo lujo en 1938 y todavía hoy una de las edificaciones emblemáticas de la ciudad y que forma parte de su patrimonio arquitectónico, al igual que sus calles, edificios públicos, iglesias, monumentos, museos y plazas. El establecimiento, durante años insignia de la cadena turística Islazul en Camagüey, tiene una ubicación privilegiada en el centro histórico y hospedarse en él brinda la oportunidad de sumergirse en el pasado de esta ciudad que surgió del barro, empleado para fabricar los ladrillos con los que se levantaron las primeras viviendas y se moldearon los tinajones, utilizados para acopiar agua de lluvia, de los cuales llegaron a existir alrededor de 16. 000 en la ciudad a principios del siglo XX.

Tinajones, tejas y paredes de ladrillos cocidos hacen que Camagüey tenga ese matiz rojizo del que hablara el Poeta Nacional de Cuba, Nicolás Guillen, que es parte de su esencia igual que lo es el Gran Hotel o el cercano espacio donde una cruz plantada indica el sitio en que fue erigida la urbe, en la actual calle General Gómez, corazón de un soberbio centro histórico compuesto por 2843 inmueblese increíbles plazas, como la de San Juan de Dios, del Carmen, de los Trabajadores o de la Soledad.

En su conjunto, la superficie posee una docena de plazuelas y plazas y seis iglesias, todas muy próximas al hotel, desde donde todo puede visitarse a pie, incluso el Casino Campestre, el parque urbano más extenso de Cuba. Cerca, y con similares prestaciones, está el hotel Colón, cuya construcción data de 1926 y es una referencia también por el trabajo de carpintería realizado en sus interiores con maderas preciosas. Ambos establecimientos serán renovados ahora preservando su estilo y el espíritu de una ciudad que se enorgullece de sus templos de una sola torre, de sus elegantes fachadas con guardapolvos y pilastras y de sus casas de patios interiores y tejas rojas, signos de una arquitectura sobria y a la vez llamativa ubicada en un verdadero laberinto de callejones.

Hotel Colón
Hotel Colón

A las afueras de la ciudad, pero a tan solo 4 kilómetros de su centro, el hotel Camagüey será sometido a una reforma capital que lo convertirá en un Innside By Meliá con confort y encanto desde donde visitar esta mágica ciudad, capital de la provincia más grande de Cuba.

Trinidad, entre la playa y la Colonia

Poco se puede decir que no se haya dicho de los cinco siglos de historia de Trinidad, la tercera de las villas fundadas en Cuba (1514) por el Adelantado Diego Velázquez de Cuellar en el cacicazgo de Manzanilla, declarada en 1988, junto al cercano Valle de los Ingenios, Patrimonio Cultural de la Humanidad por atesorar uno de los conjuntos arquitectónicos más bellos y mejor conservados de la colonización hispana en América.

Adoquines, piedras, rejas, altas ventanas que se asoman a las aceras, palacios y techumbres de tejas coloradas enmarcadas por calles angostas y majestuosos espacios como el de la Plaza Mayor, construida a desnivel y donde destaca la parroquial Mayor y el señorial Palacio Brunet, son señas de identidad de esta ciudad museo, testigo eterno de otros tiempos, con sus construcciones impecables de los siglos XVIII y XIX producto de la opulencia azucarera.

Trinidad
Trinidad

Pasear por Trinidad es como trasladarse en el tiempo y viajar a la Colonia, esta es una de las cosas que más fascina, como los colores pasteles de las casas que realzan el ambiente tropical de esta ciudad levantada a los pies de las montañas del Escambray, con el mar como telón de fondo.

Trinidad combina el lujo de su pasado, de su arquitectura y de su historia con el privilegiado emplazamiento en que se ubica, a unos pocos kilómetros de la paradisíaca península del Ancón, que posee una de las mejores playas de la costa sur de Cuba, en pleno mar Caribe. Allí, justo donde comienza la península, en la denominada Punta de María Aguilar, cerca del bonito poblado de pescadores de La Boca, se levantará el moderno hotel Meliá Trinidad como una atalaya verde esmeralda desde donde tomar por asalto las plazuelas, casonas y maravillosas calles adoquinadas de esta ciudad colonial de ensueño que es imposible olvidar.