Chef Sor Angele en Cuba: Amistad y alta cocina bendecidas en Meliá

Chef Sor Angele en Cuba: Amistad y alta cocina bendecidas en Meliá

Siempre he escuchado decir que el negocio de la restauración nunca morirá. Tiene una explicación sumamente lógica, pues beber y alimentarse son dos necesidades inherentes a la vida misma, no importa si vegetal, animal o humana.

Pero sucede que de la cocina se ha hecho un arte, arte culinario expresado en palabras, sabor, aromas, colores, diseños de presentación de platos… Un armónico collage que tiene su destino final en las papilas gustativas y mentes de los comensales o públicos.

Por todo el planeta, hay diseminados miles de cocineros o chefs que con su magia de elaboraciones, socavan el alma de las personas, las magnetizan platos mediante.

Sin estudios, o estrellas Michelín colgadas sobre su solapa, recuerdo a mi abuela Sara como una de las cocineras empíricas más duras que he conocido. Confieso que cualquier desavenencia entre nosotros, se solucionaba a la hora de la cena. Entonces solía darle la razón.

Por esas coincidencias de la vida, la chef canadiense Soeur Angele Rizzardo, tiene un parecido físico con mi abuela. Su sonrisa me la trae al presente y ese sentimiento de amor y amistad hacia Cuba la acercan aún más.

Justamente el grupo hotelero Meliá servirá nuevamente de puente para que la prestigiosa Soeur Angele, deleite con sus recetas o preparaciones. El Meliá Habana, el Paradisus Varadero y el Paradisus Princesa del Mar en Varadero se vestirán de lujo la próxima semana, pues la tendrán como cocinera invitada.

Sor Angele junto al equipo de cocina del Paradisus Varadero

La vida de Soeur Angele se antoja casi más interesante que cualquiera de sus “abracadabra” culinarios. Nacida el 11 de agosto de 1938 en Treviso, Venecia, Italia, aprendió a cocinar a los 12 años. De hecho, por aquella época, todos los días practicaba en calidad de ayudante al regreso de la escuela, en el Café Bramezza.

Llega a Quebec, Canadá en 1955 y dos años más tarde ingresa en la Comunidad Religiosa Virgen del Consejo. Aprende francés en el hospital Hotel-Dieu y va a trabajar en la Embajada de Italia, atendiendo a delegaciones oficiales de diferentes países.

El año 1975 marcó un punto de giro en su vida. Desde entonces y hasta 1980 recibió clases de cocina, panadería y pastelería en el Instituto de Turismo y Hospitalidad de Quebec.

Confiesa que la pasión que siente hacia Cuba es algo muy grande que ha venido cultivando desde hace 25 años, cuando Fidel personalmente fue a verla a la escuela de Hotelería de Quebec y le pidió que viniera a asesorar en la creación de una escuela culinaria acá en nuestro país.

Langosta Cubana preparada por Sor Angele en Varadero

Así no más, se sintió flechada por la vida y el amor de los cubanos, su hospitalidad y generosidad, además de la capacidad para aprender e intentar siempre dar lo mejor que tienen, y excelente capacidad de adaptación, para innovar incluso.

“Siempre he dicho que en Cuba tienen una combinación sui géneris de hospitalidad, cocina y sol. Después de 25 años me siento como si estuviese visitando a una gran familia”, sentenció en una entrevista.

https://www.youtube.com/watch?v=f6mETPC5Qu0

Ciertamente se ha sentido como en casa cocinando junto a sus homólogos de los hoteles Meliá Cohiba, Paradisus Varadero y Princesa del Mar , menús con base de productos biológicos y naturales, que obnubilaron el paladar de los huéspedes y clientes agraciados el año pasado.

El tino culinario de Soeur Angele, la ha hecho merecedora de varios premios, como el Max Rupp en el 2012, que otorga la Sociedad de los cocineros y pasteleros Quebec.

Sor Angele y Directivos Meliá Cuba

Por si eso no bastara, ha tenido amplia participación en programas televisivos y radiales, al tiempo que se han publicado libros biográficos y de recetas suyas. Entre lo más sorprendente ha estado su encuentro con el Papa Benedicto XVI; y el queso Fritz Kaiser creado en su honor y que lleva su nombre: queso de pasta blanda y corteza hecha con la mezcla de leche, leche de cabra y de vaca crema.

 

Más allá de la historia, le recomiendo amigo mío que siga de cerca las elaboraciones de Soeur Angele a su paso por los hoteles Meliá Cuba.